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Guadalajara tendrá calandrias sin caballos para el 2017

Calandrieros de Guadalajara llegaron a un acuerdo con el gobierno municipal para que en el 2017 las calandrias no sean jaladas por caballos, así lo informó en entrevista para Tráfico ZMG la directora de Protección Animal Guadalajara, Merilyn Pozos.

En el mes de enero se estarían presentando los prototipos de carruajes con motor y hasta el momento se trabaja en el sustento legal de esta transición: “nosotros como ayuntamiento les daríamos un vehículo lo más parecido a una calandria para continuar con la tradición, pero que ya no sea con los caballos”, asegura Merilyn Pozos.

La directora de Protección Animal no da una fecha definitiva de cuándo llegará esta transición a nuestra ciudad, ya que se está estudiando la posibilidad de emplacarlas, pero afirma que para el próximo año ya tendremos calandrias sin caballos.

“Es un hecho la transición, ya sólo nos falta aterrizar toda la estructura que le va a dar fuerza, la parte legal, cómo van a operar, cual va a ser el destino de los caballos y toda la reglamentación de sus nuevos permisos”, puntualiza la directora de Protección Animal.

Desde el año pasado, a raíz de un incidente en el que “Pinto”, un caballo que participó en la Romería 2015, se desvaneciera en el cruce de la avenida Vallarta y la calle Argentina, diversos grupos protectores de los animales buscaron que se terminara esta práctica en la ciudad de Guadalajara, manteniendo diálogos con los calandrieros y con el gobierno municipal.

“Estaríamos en una parte histórica porque esto no ha sucedido, incluso en Guerrero que ya los lograron prohibir, desde el congreso no han logrado quitar a las calandrias realmente, lo que nosotros pretendíamos como gobierno, era obviamente no dejar sin trabajo a la gente que se ha mantenido de esta actividad por generaciones, no es un sindicato como los taxistas que responden a intereses particulares, sino que es gente que de verdad se dedica a esto por una necesidad y por tradición familiar”, reitera Merilyn Pozos.

Mientras tanto, la Dirección de Protección Animal sigue revisando las condiciones de salud de los caballos y continúan con las atenciones veterinarias de los mismos, en espera de que los calandrieros decidan qué hacer con los equinos, quedárselos o entregarlos al ayuntamiento ya que no los necesitarán para seguir trabajando.