Mujeres toman la calle y hacen negocio: feria que sí une, no divide

El sábado por la tarde, el SISEMH se bajó del discurso institucional y salió al asfalto del corazón urbano de Guadalajara para activar la economía real de las mujeres. No fue solo un evento cultural: fue un recordatorio de que la comunidad es el algoritmo más poderoso cuando hay causas con impacto.

La Feria de Mujeres Emprendedoras, montada frente al CREA, reunió a más de 20 creadoras y sus proyectos. Aquí no hubo colores partidistas: hubo marcas propias, esfuerzo y necesidades resueltas desde el ingenio. La feria se amarró al movimiento Un Día para Dar Jalisco 2025, versión local de la ola global Giving Tuesday presente en más de 105 países durante cinco semanas de activaciones sociales.

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El acto inaugural lo encabezó Fabiola Loya Hernández, flanqueada por piezas clave del ecosistema femenino e institucional de la agenda de género, como la subsecretaria Ana G. Velasco y la directora del CREA, Karina Hernández, además de voces ciudadanas de vida: Linda Inés Dávila, del movimiento; María Esther Cisneros, de una A.C. que acompaña la adversidad; y la representante del movimiento de donación.

El momento más potente vino al micrófono:
“La autonomía económica no es opción, es derecho”, dijo Fabiola Loya. El mensaje estaba cargado de realidad, no de propaganda: emprender no solo genera ingreso, rompe ciclos de violencia y devuelve control de vida. Fue un discurso con callo, no con membrete.

La feria abrió espacio a dos trincheras históricamente invisibles en las leyes y en los noticieros: mujeres del Reclusorio Femenil de Puente Grande, que ofrecieron productos con historia de encierro y superación; y sobrevivientes de cáncer que vendieron artículos realizados en arteterapia, manufactura con alma, no con maquila. Economía y sanación en la misma mesa.

Para cerrar, no solo vendieron, enseñaron: la activista Gina Gómez impartió una charla sobre cómo crecer un negocio desde la raíz, y hubo cuentos por la igualdad para sembrar el relato desde la infancia. Porque la comunidad también se construye con futuro, no solo con impacto.

@Veletti

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