Más allá de las palabras: La poesía atemporal de Ida Vitale

Este 2 de noviembre, Ida Vitale, destacada poeta, ensayista y crítica literaria, cumple 101 años. Miembro de la Generación del 45 y Premio Cervantes en 2018, Vitale es la última integrante viva de un grupo que moldeó la identidad cultural uruguaya. Entre sus miembros estuvieron Mario Benedetti, Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti, quienes impulsaron una renovación en la literatura uruguaya.

Su obra incluye poesía, ensayo y traducción, explorando temas de la naturaleza y la vida cotidiana. Libros recientes como “Poesía reunida” (2018) y “Tiempo sin claves” (2021) reflejan su estilo único, marcado por la introspección y un profundo respeto por el lenguaje. Vitale destaca por una poesía naturalista y universal, que no se limita a una visión política, de género o clase.

Proveniente de una familia culta con raíces italianas, tuvo dos relaciones influyentes en su vida. Su primer esposo fue el escritor Ángel Rama; más tarde, en su madurez, estuvo casada con Enrique Fierro, también escritor. En 1973, tras el golpe militar en Uruguay, ambos se exiliaron en México, donde Octavio Paz la introdujo en el ámbito intelectual local. Durante esta etapa, Vitale desarrolló una prolífica producción literaria y traductora.

En sus obras, explora temas como la identidad femenina, la maternidad y el papel de las mujeres en la sociedad; aborda estos aspectos con una mirada crítica. Con su retorno a Uruguay, Vitale colaboró en el semanario “Jaque” antes de mudarse a Austin, donde Fierro fue profesor en la Universidad de Texas. Después del fallecimiento de Fierro en 2016, regresó a Montevideo.

Vitale ha recibido numerosos premios, incluyendo el Reina Sofía de Poesía y el Max Jacob. En 2018, obtuvo el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances en Guadalajara. Este mes, recibirá en México el Premio Honorífico Sor Juana Inés de la Cruz por su trayectoria. Así se confirma su estatus como una de las voces más influyentes de la poesía en español.

Algunas de sus frases:

“Hoy el viento es poderoso, pero no es él quien lo dice sino las ramas de la encina. Aprender de esa discreción, de esa lección muda del viento”.

“La poesía es la intimidad que coincide con la intimidad de otros”.

“No necesito más que una biblioteca y un aeropuerto para sentirme en casa”.

“Ser humano y mujer, ni más ni menos”.

“Entiende lo incomprensible y ámalo”.

“TÚ quieta, aunque el trapecio todavía se mueva y te delate”.

“Abrir palabra por palabra el páramo,

Abrirnos y mirar hacia la significante abertura,

sufrir para labrar el sitio de la brasa,

luego extinguirla y mitigar la queja del quemado”.

“Están aquí y allá: de paso,

en ningún lado.

Cada horizonte: donde un ascua atrae.

Podrían ir hacia cualquier grieta.

No hay brújula ni voces”.

“Nos comimos el tiempo,

nos rechina su arena

entre los dientes”.

“Uno llama azar a su imaginación insuficiente”.