Uber Eats presenta nueva función contra falsos repartidores

Uber Eats presentó la función “Estatus de entrega” para socios repartidores en México y con esto se espera contribuir a mejorar la seguridad en beneficio de usuarios y colaboradores.

Como parte de su colaboración con las instituciones policiales y fiscalías de México, Uber presentó una nueva herramienta disponible en la aplicación para socios repartidores registrados en la app de uber Eats que facilita la interacción con las fuerzas del orden al proporcionarles información sobre el status de sus cuentas y la entrega en curso.

Al trasladarse en las calles, hay ocasiones en que autoridades en legítimas funciones policiales solicitan a socios repartidores demostrar que se encuentran realizando una entrega a través de la aplicación de Uber Eats.

Esto ocurre habitualmente en puntos de seguridad de zonas restringidas, centros comerciales, residenciales o incluso cuando se reporta actividad sospechosa en una zona.

Con la nueva funcionalidad presentada por Uber Eats, los socios repartidores registrados en la aplicación únicamente deberán presionar Comprobante de estado de la entrega en la sección
de Funciones de seguridad para desplegar en pantalla:
● Status de la entrega actual
● Datos de interés como son fotografía del rostro y placas del vehículo
● Recursos adicionales para solicitar información como parte de una investigación en el portal lert.uber.com

“Gracias a nuestra relación con autoridades policiales hemos aprendido que les será de gran utilidad contar con una herramienta que les permita verificar de manera rápida el status de una persona que dice estar haciendo uso de nuestra plataforma. Esta nueva función responde también a la práctica que se ha identificado, en la que terceras personas se hacen pasar como socio repartidor de aplicaciones para la comisión de actividades ilícitas, como es el transporte de objetos prohibidos,”, afirmó Cecilia Román, gerente de comunicación de seguridad para Uber en México.

II

También te podría interesar: Caabsa «la manzana de la discordia» entre alcaldes metropolitanos