Anúnciate

Todos los derechos reservados, propiedad intelectual ©2025 TZMG Media.

Cómo elegir la ropa de cama perfecta sin cometer errores y optimizar tu sueño

La ropa de cama es mucho más que un simple adorno en nuestro dormitorio; es un componente fundamental para garantizar un sueño reparador y una noche de descanso ininterrumpido.

Sin embargo, al momento de elegirla, es común cometer errores que pueden sabotear nuestra comodidad, afectar la higiene del sueño e incluso impactar la durabilidad de nuestras sábanas, edredones y almohadas.

Desde no considerar el material adecuado hasta ignorar el tamaño correcto o subestimar el mantenimiento, cada elección errónea puede convertirse en un obstáculo para ese tan anhelado reposo.

Por eso, conocer estos errores comunes es el primer paso para evitarlos y transformarlos en aciertos que te guíen hacia la cama y el descanso perfectos, noche tras noche.

 

Ignorar la importancia del material y su impacto en el descanso

Uno de los errores más frecuentes y, a la vez, más determinantes al elegir la ropa de cama es no prestar suficiente atención al material.

El tejido con el que están hechas nuestras sábanas, fundas de edredón y fundas de almohadas influye directamente en la regulación de la temperatura, la suavidad al tacto, la transpirabilidad y la durabilidad, factores clave para un sueño de calidad.

Priorizar solo el conteo de hilos:

  • El error: muchos creen que un mayor conteo de hilos siempre equivale a una mejor calidad y suavidad. Si bien es un indicador, no es el único ni el más importante.

Un algodón de baja calidad con un alto conteo de hilos puede ser menos suave y duradero que un algodón de alta calidad con un conteo de hilos inferior.

  • El acierto: la clave es corroborar la calidad que ofrece la fibra en su composición y el tipo de tejido con el que confeccionada.

El algodón egipcio o el algodón Pima (fibra extralarga) son superiores, independientemente del conteo de hilos, debido a la longitud y resistencia de sus fibras.

No considerar la termorregulación del material:

  • El error: comprar ropa de cama sin pensar en el clima o en la propia temperatura corporal durante el sueño. Esto lleva a noches de sudoración excesiva o escalofríos.
  • El acierto: dependiendo del clima hay elecciones adecuadas.
    • Para climas cálidos o personas calurosas: opta por materiales frescos como el algodón o el lino ya que son conocidos por su transpirabilidad, capacidad de absorción de humedad y sensación fresca al tacto.

El lino, en particular, es excelente para disipar el calor y se vuelve más suave con cada lavado.

  • Para climas fríos o personas friolentas: el algodón con franela es la elección ideal por su calidez y las sábanas de microfibra con poliéster también pueden ser una opción cálida y suave, aunque menos transpirables que el algodón.
  • Para todo el año: un algodón de buena calidad puede ser lo suficientemente versátil como para adaptarse a distintos climas.

Subestimar la importancia de la durabilidad y el mantenimiento:

  • El error: elegir materiales que se desgastan rápidamente, se arrugan excesivamente o requieren cuidados de limpieza complejos que no se ajustan a nuestro estilo de vida.
  • El acierto: 
    • Para durabilidad y fácil cuidado, un tejido de buena calidad, ya sea solo algodón o las mezclas de algodón con poliéster suelen ser excelentes opciones.

La microfibra es económica y resistente, pero puede retener más el calor y no es tan transpirable.

  • Al momento de tomar una decisión, considera siempre las instrucciones de lavado. Si buscas practicidad, evita materiales que requieran limpieza en seco o planchado constante.

La elección del material adecuado no solo mejora tu confort físico, sino que también contribuye a un ambiente de sueño más saludable, regulando la temperatura y la humedad. Es una inversión directa en tu bienestar nocturno.

El tamaño importa: errores en ajuste y volumen del relleno

Más allá del material, las dimensiones y el volumen de la ropa de cama son cruciales para el confort y la estética.

Un error común aquí puede resultar en sábanas que se sueltan, edredones que no cubren toda la superficie o almohadas que no ofrecen el soporte adecuado, impactando directamente en la calidad del sueño y en la salud.

No verificar el tamaño exacto del colchón:

  • El error: asumir que todos los colchones «Queen» o «King» tienen las mismas dimensiones. Existen ligeras variaciones entre fabricantes y regiones, además, se debe considerar también la altura del colchón.
  • El acierto: medir o conocer con exactitud las medidas del colchón (largo, ancho y altura). Muchos colchones modernos son más gruesos debido a las capas de pillow top o espuma viscoelástica. Necesitarás sábanas bajeras o ajustables con un bolsillo lo suficientemente profundo para abrazar completamente el colchón sin soltarse.

Así mismo, las sábanas planas y fundas de edredón también deben ser lo suficientemente grandes para colgar de forma adecuada y ofrecer suficiente cobertura.

Elegir un edredón o relleno con volumen incorrecto:

  • El error: seleccionar un edredón demasiado pesado para el clima, o uno demasiado fino que no proporciona suficiente abrigo. También, usar un relleno que no se ajusta bien a la funda.
  • El acierto: 
    • Peso y capacidad térmica: existe un índice que clasifica de acuerdo a la capacidad aislante denominado TOG (Thermal Overall Grade). Si está disponible, es un buen dato a tener en cuenta.

Para climas cálidos, un edredón ligero (TOG bajo) o incluso solo una sábana plana puede ser suficiente. Para climas fríos, se debe considerar un edredón más pesado (TOG alto).

Los edredones de plumón son ligeros pero muy cálidos, en tanto que los de fibra sintética son hipoalergénicos y fáciles de lavar.

  • Tamaño del edredón vs. funda: asegúrate de que el relleno del edredón tenga las dimensiones exactas para la funda de edredón. Un relleno demasiado pequeño se moverá y creará bultos; uno demasiado grande se apiñará.

Esto es fundamental para una apariencia estética y una distribución uniforme del calor.

Seleccionar las almohadas sin considerar la posición al dormir y el tipo de relleno:

  • El error: usar una almohada vieja o que no se ajusta a tu posición habitual para dormir, lo que lleva a dolor de cuello y una mala alineación de la columna.
  • El acierto: la almohada es tan crucial como el colchón para la postura y el descanso.

Aquí algunos aspectos a tener en cuenta:

Posición de sueño

  • Si duermes boca arriba: necesitas una almohada que ofrezca una mediana firmeza y cuya altura sea la adecuada para mantener la curva natural del cuello.
  • Si duermes de lado: requieres una almohada que tenga alta firmeza y con una altura suficiente como para rellenar el espacio entre la cabeza y el hombro, manteniendo la columna recta.
  • Si duermes boca abajo: lo ideal es una almohada que sea lo más blanda y plana posible, para minimizar la tensión en el cuello. Incluso no usarla es una excelente opción.

Tipos de relleno

  • La espuma visco elástica (memory foam): se adapta al contorno del cuerpo.
  • El látex: es elástico y duradero.
  • Las plumas o plumón: son moldeables y suaves.
  • La microfibra: es hipoalergénica y de fácil cuidado.

Antigüedad

  • Las almohadas con el paso del tiempo y el uso, pierden soporte y acumulan alérgenos.

Reemplázalas cada 1 o 2 años, o cuando notes que han perdido su forma y firmeza. Una prueba sencilla es doblarla por la mitad; si no recupera su forma, es hora de cambiarla.

 

Conclusión

Ajustar estos detalles no solo mejora la estética de tu cama, sino que contribuye directamente a un descanso superior y a un soporte adecuado pa