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Niega Fiscalía apoyo a ciudadano baleado por sus policías

El calendario marcaba la fecha del 9 de julio de 2019. Alejandro Hernández, de oficio mecánico, salió a bordo de su motocicleta para dirigirse a una refaccionaria y comprar algunas piezas que le faltaban para terminar un auto que estaba a punto de reparar. Ni él, ni su familia, ni sus seres queridos, se imaginaban que esa salida para continuar ofreciendo el sustento a su hogar le cambiaría la vida por completo.

A bordo de su moto circulaba por el Anillo Periférico a la altura de la colonia La Llave, en San Pedro Tlaquepaque. Estar en el momento equivocado y en el sitio equivocado, hizo que Alejandro de un segundo a otro se viera inmerso en el fuego cruzado luego de una balacera en donde agentes de la Fiscalía del Estado y presuntos delincuentes, se enfrascaban a ráfagas de disparos en pleno Anillo Metropolitano.

Entre los disparos que ensordecían a Alejandro –que aceleraba a toda velocidad para intentar ponerse a salvo–, finalmente la tragedia llegó. Una de las balas que detonaban las armas de agentes de la corporación estatal, hizo blanco en su espalda. Alejandro cayó semi inconsciente sobre el asfalto ante un dolor insoportable que le impedía al mismo tiempo sentir la movilidad de sus piernas.

No sabía qué estaba pasando y únicamente entre murmuros, alcanzaba a escuchar cómo los policías investigadores de la Fiscalía Estatal aceptaban que Alejandro no era uno de los delincuentes, sino un civil afectado de manera colateral. «Aguanta, ya vienea ayuda por ti, aguanta». Ésas fueron las últimas palabras que Alejandro escuchó antes de caer completamente inconsciente, para despertar semanas después postrado en una cama de hospital con varias cirugías encima y sin saber en realidad qué era lo que había pasado.

La lucidez volvió a él conforme avanzó, a pasos lentos, su estado de salud. Elementos de la Fiscalía del Estado se habían equivocado y confundieron a Alejandro con uno de los delincuentes con los que se enfrascaban a balazos en pleno Periférico. La equivocación le costó a este ciudadano trabajador, como muchos, quedar incapacitado para poder seguir llevando dinero y sustento a su familia. No tiene movilidad adecuada en sus piernas y padre actualmente efectos consecuentes del balazo que recibió.

Hace cuatro años de la tragedia, mismo tiempo en que no recibió ni siquiera una disculpa por parte de las autoridades estatales; mucho menos pensar en una indemnización, apoyo, atención médica especializada integral, becas para sus hijos o para su esposa o las herramientas y ayudas necesarias para seguir solventando y mantener a su familia… Todo lo que ahora vive Alejandro fue culpa de Fiscalía.

Trámites engorrosos, vueltas y vueltas a diferentes dependencias, oficinas y secretarías, y durante los últimos meses un completo desdén por parte de las autoridades que finalmente no acabaron por asumir su responsabilidad, ante un ciudadano que fue víctima colateral de la inseguridad que desde 2019 ya se vivía en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).

Hoy la vida no pinta igual para Alejandro así como tampoco para su esposa y sus hijos. Su pareja sentimental tuvo que sacar la casta y ahora es ella quien hace lo posible con trabajos distintos para poder seguir llevando lo mínimo indispensable al hogar.

Ante una petición incansable que así como reiterada ha sido ignorada, Alejandro busca que el Ejecutivo Estatal así como Fiscalía asuman su responsabilidad y respondan ahora por su equivocación. Siguen pendientes tres cirugías para liberar a este ciudadano de una hernia de gran tamaño que ahora padece en su estómago, derivado del impacto que se alojó en su columna y que atravesó diferentes órganos vitales.

Cabe destacar que en ese 9 de julio de 2019, al momento de que Tráfico ZMG quiso documentar lo que ocurría, elementos de la Fiscalía que participaban en el tiroteo amedrentaron y violentaron a un compañero reportero, obligándolo a borrar todo tipo de gráficos y videos que evidenciaban el acontecimiento, violando a su vez el derecho a informar y ser informados, así como a ejercer libremente el oficio periodístico.

Hay pendiente una disculpa, una indemnización por parte de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del gobierno del estado; hay pendiente justicia, pero sobre todo hay pendiente empatía y una atención integral a quienes padecen directa o indirectamente la violencia, balaceras, asesinatos de sus seres queridos, todo producto de la inseguridad en Jalisco.

A. Maciel