Adiós a los fideicomisos | Nacho Dávalos

Como en todo el mundo, la pandemia del COVID-19 tiene al gobierno de México contra la pared, buscando recursos de donde sea para hacer frente al desafío. La semana pasada en la Cámara de Diputados hincaron el diente en 109 fideicomisos, con el argumento de que había corrupción y tratos en lo oscurito.

¿Combatir la corrupción? ¡Por supuesto! Hay que hacerlo. Todos estamos de acuerdo en ello. Pero… ¿está haciendo lo correcto el gobierno al desaparecer los fideicomisos?

Se trata de una suma de 68 mil millones de pesos en su conjunto. Además, el presidente ha prometido que los artistas, deportistas e investigadores que se beneficiaban con este recurso, lo seguirán recibiendo sin ningún problema.

Pero… ¿no se supone que desaparecían los fideicomisos para tener dinero con qué enfrentar la pandemia? Ahí está parte del truco: en realidad no se trata del dinero, se trata de control político. Control político que ejercerá el gobierno al decidir a quien beneficia y a quien no con ese recurso.

Pensemos, por ejemplo, en un director de cine que quiere hacer una película crítica contra el gobierno en turno… ¿estaría dispuesto el gobierno a financiar una película que habla en su contra?

Películas como La ley de Herodes, solo por citar alguna, que exhibía al PRI como un partido corrupto, fueron financiadas con dinero del gobierno, a través de esos fideicomisos.

O un profesor investigador, que públicamente ha mantenido opiniones críticas del gobierno… ¿podrá financiar sus investigaciones con dinero público al pasar por los filtros ideológicos del burócrata en turno?

Libertad creativa e independencia… eso es lo que garantizaban los fideicomisos y es lo que ahora se pone en jaque. Vaya manera de pegar a un sector que creyó en el cambio y votó por ellos.

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