Un acto de Protección Civil a 31 años de la tragedia
Hoy recordamos la tragedia que marcó a miles de mexicanos: el terremoto del 85, por el cuál este día 19 de Septiembre, 31 años después, se realiza un macro simulacro en varios estados de la República, al que por supuesto se suma Jalisco y La Zona Metropolitana de Guadalajara.
Haciendo una remembranza de lo ocurrido entonces, recordamos que eran las 7 de la mañana con 19 minutos cuando todas las actividades de la ciudad de México cambiaron su curso. Los noticiarios dejaron de trasmitir, los teléfonos dejaron de sonar, los mensajes dejaron de escucharse y muchas vidas dejaron de existir.
Un temblor de 8.1 grados en la escala de Richter, con epicentro en las costas del Pacífico, cerca de la desembocadura del Río Balsas, entre Guerrero y Michoacán, dejaría cerca de 40 mil muertos y miles de edificios colapsados.
Dos minutos fueron suficientes para que cayeran edificios emblemáticos de la ciudad como el Centro Médico Nacional, Hospital General, el Hospital Juárez, el edificio Nuevo León, el Continental, el cine Roble, el edificio de Televicentro, los hoteles Regís, Continental y Century.
Se cayeron también edificios de varias dependencias públicas, de gobierno e institucionales, eran cuadras devastadas en su totalidad, en colonias como Roma, centro, Doctores, Obrera, Juárez, Guerrero, Tepito y Tlatelolco. Fueron cerca de 137 escuelas dañadas, más de 6 mil edificios presentaron daños estructurales y 11 hospitales quedaron inservibles.
Fue una tragedia que demostró las pocas medidas y protocolos de prevención que se tenían en aquel entonces, en un terremoto que solo tenía como precedente el temblor de 1957 que fue incluso más fuerte con 8.8 grados en la escala de Richter y que derrumbó el Ángel de la Independencia, pero que no causó tantos daños y sobre todo tantas perdidas humanas.
Centenas de personas quedaron bajo los escombros, a la espera de ser rescatadas por los cuerpos de emergencias que se vieron superados por la tragedia de aquel día. Miles de manos voluntarias se sumaron para ayudar a desconocidos, hermanos y amigos, rescatando de las ruinas a hombres, mujeres y niños por igual.
En un panorama que dejó cerca de 40 mil muertos, 5 mil 500 desaparecidos y mas de 7 mil heridos, el presidente de la República en aquel entonces, Miguel de la Madrid, recorrió las zonas afectadas casi ocho horas después y habló ante la nación tres días después. Incluso rechazó la ayuda internacional al considerar que no se necesitaba.
La energía eléctrica, así como casi todas las vías de comunicación -a excepción de la radio- quedaron inservibles. En dos minutos de sacudidas trepidantes y oscilatorias se derrumbaba el corazón del país.
Fue un terremoto que se sintió y causó afectaciones no sólo en la ciudad de México, sino también en estados como Guerrero, Michoacán y nuestra propia entidad.
También aquí en Jalisco hemos sufrido sismos de gran intensidad. El mayor del que se tiene un recuento ocurrió en 1932, con una escala de 8.1 grados y cuyo epicentro fue en la costa de Jalisco y uno más que devastó al poblado de San Cristobal de La Barranca en 1875, con una intensidad de 7.5 grados Richter.
Otros más recientes que tuvieron su epicentro en las costas del Pacifico, fueron los terremotos de 1985, 1995 y en el del 2003, este último devastó gran parte de Colima, y también se vieron fuertes afectaciones en Jalisco y Michoacan.
Recordemos también, que nuestro estado se ubica entre tres placas tectónicas, por lo que son tres las zonas en las que se registra mayor concentración de actividad sísmica.
La primera es la Subducción del Pacifico, frente a las costas de Jalisco y Colima, la zona de Zacoalco, al sureste del Lago de Chapala y la de La Caldera, en la Primavera, al occidente de la Zona metropolitana de Guadalajara, a estas zonas se suman las fallas geológicas del Río Santiago, cerca de San Cristobal de La Barranca, las de Valle de Atemajac, y las de Tesistán en Zapopan.
Hoy, conmemoramos la tragedia que puso en alerta a todo el mundo, un acontecimiento que nos dejaría marcados de por vida, un foco rojo que nos hace recordar que todos somos vulnerables ante la naturaleza.
Es por eso que este 19 de Septiembre, 31 años después de aquel acontecimiento se realiza un macrosimulacro en varias ciudades del país. En nuestro estado los escenarios van desde la erupción de un volcán hasta el colapso de un edificio y la fuga de gas cloro en una dependencia.
Simulacros que nos enseñan la importancia de estar preparados ante cualquier contingencia y a la vez, nos inculcan la cultura de la prevención.
Te dejamos un video conmemorativo de esta tragedia y un mensaje de las autoridades sobre este #MacroSimulacro2016 un evento para que la ciudadanía se sume a la #CulturaDeProtecciónCivil
#NotaOpinión @Martinezgrace
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