Repartidores de Rappi acusan a la plataforma de “prácticas fraudulentas”

En los últimos días se han registrado diversas movilizaciones y manifestaciones por parte de motociclistas repartidores registrados en la plataforma de comercio electrónico colombiana, Rappi, que se dedica a la entrega de productos, en su mayoría comida de restaurantes.

Varios de los manifestantes denunciaron que la empresa ha tenido “prácticas fraudulentas” en contra de los llamados “rappitenderos”, ya que les ha generado deudas fantasma en la plataforma y arbitrariamente está dando de baja a varios de los repartidores que se quedan así sin una fuente de ingresos.

“Está cometiendo serios abusos contra sus repartidores, están desactivando a mucha gente sin razón alguna y a todos les están montando deudas falsas arriba de los mil pesos, incluso otras más altas y ridículas cantidades”, señaló uno de los repartidores entrevistados por TraficoZMG.

Cuando se les preguntó si habían hecho alguna denuncia ante la Secretaría del Trabajo, apuntaron que esta empresa tiene un modelo de negocio en el cual los repartidores no son considerados empleados por lo que carecen de cualquier tipo de derecho como trabajadores.

“Rappi trabaja de forma truculenta y abusiva, en sus términos y condiciones nosotros no figuramos como empleados y no tenemos derechos como tales, por eso no tiene caso ir ante las autoridades”, apuntó.

El sábado pasado se realizaron diversas manifestaciones en la ciudad, para que la sociedad esté enterada de lo que está sucediendo en esta empresa, que ha visto crecer sus ingresos desde su entrada al mercado mexicano.

“El día de ayer varios repartidores trabajaron para pagar la deuda que nos pusieron, pero al finalizar el día nos pusieron otra deuda, incluso hay compañeros con adeudo arriba de los 25 mil pesos, esto nos está afectando a muchos”, explicó otro repartidor consultado.

Sin embargo esta problemática no es exclusiva de Guadalajara, ya que en la Ciudad de México también se llevaron a cabo manifestaciones en los últimos días bajo la misma premisa, adeudos fantasma adjudicados a los trabajadores arbitrariamente.

Los “rappitenderos” señalan que se han acercado a las oficinas de la plataforma sin ninguna respuesta alentadora.

Este tipo de problemas de la empresa no son nuevos, ya que en su natal Colombia como en otros países como Argentina, la plataforma ha sido señalada de fomentar la informalidad.

Claro, el modelo de negocio de Rappi es sumamente redituable ya que apenas el mes pasado se reveló que la empresa alcanzó un valor de mil millones de dólares.

«Nos sentimos muy orgullosos de demostrar que los startups latinoamericanos sí tienen futuro, que podemos construir una de las empresas tecnológicas con mayor impacto y escala en la historia de la región», señaló en un comunicado Sebastián Mejía, cofundador de Rappi.

«Estamos en una curva acelerada de crecimiento. Tenemos que seguir concretando eficiencias para mejorar nuestros indicadores de rentabilidad. Desde nuestros inicios hemos venido creciendo cerca de 20 por ciento mensual como compañía. En el último año multiplicamos por siete nuestro valor de mercado», apuntó por su parte Simón Borrero, actual CEO de Rappi.

Actualmente no existe una legislación en el estado para regular el trabajo de este tipo de plataformas entonces ¿quién ampara a los repartidores?

MAG