México el país más corrupto de América Latina

La Organización No Gubernamental “Transparencia Mexicana” presentó su barómetro anual de corrupción para América Latina y el Caribe, el cual señaló a México dentro de sus resultados como el país que más ejerce la corrupción en esa área del continente.

Este señalamiento se da después de que esta ONG entrevistó a 22 mil 302 personas habitantes de 20 países de América Latina y el Caribe de mayo a diciembre del 2016, interrogándolos sobre sus experiencias en torno a esta dañina práctica.

La parte del estudio que calificó a México de tal manera, es la que cuestionó a los encuestados, sobre el pago de sobornos u otorgamiento de regalos o favores a funcionarios públicos para lograr tener acceso a algún servicio público básico, dando como resultado que el 51 por ciento había realizado esta práctica, en cambio el 6 por ciento de las personas encuestadas pertenecientes a Trinidad y Tobago coincidió en realizar esta conducta.

El resultado total de la encuesta indica que la población mexicana fue de las cinco con más respuestas negativas otorgadas en torno al problema de la corrupción.

Ingresando a detalles, del 31 al 40 por ciento de los encuestados mexicanos, indicó que había pagado algún soborno por servicios públicos, educativos, hospitalarios o relacionados con la obtención de algún documento de identidad.

Finalmente a la pregunta sobre si las personas comunes pueden marcar una diferencia en torno a la corrupción, paradójicamente el 74 por ciento de los encuestados del país respondió afirmativamente a este cuestionamiento.

Cabe resaltar que el más reciente esfuerzo en México para combatir la corrupción, inició el 18 de julio de 2016, con el Sistema Nacional Anticorrupción.

La implementación de este sistema en Jalisco se encuentra en la etapa de convocatoria para seleccionar a 5 ciudadanos ejemplares, para que integren el Comité Estatal de Participación Social del Sistema Estatal Anticorrupción.

Esta convocatoria busca que estos 5 ciudadanos tengan experiencia comprobable en transparencia, evaluación, fiscalización, rendición de cuentas, combate a la corrupción o derechos humanos, que gocen de buena reputación, que no hayan sido condenados por algún delito, entre otros requisitos.

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