Venganza, intriga y política en la cinta ‘Gladiador II’

Fue en el año 2000 cuando se estrenó “Gladiador”, dirigida por Ridley Scott. La cinta convirtió a Russell Crowe en una estrella y le valió un premio Oscar como Mejor Actor. Veinticuatro años después, llega “Gladiador II”, también dirigida por Scott, pero sin la participación de Crowe. En su lugar tenemos a Paul Mesca como Lucius, el hijo de Maximus y Lucilla (Connie Neilson vuelve a interpretar su papel). Lucius, ahora adulto, es capturado y llevado como esclavo a Roma, gobernada por corruptos emperadores gemelos. Pedro Pascal como Marcus Acacius y Denzel Washington como Macrinus lideran tramas de rebelión, mientras Lucius se convierte en un aclamado gladiador. 

Scott recicla momentos de destrucción y sangre, características de sus películas anteriores. Si bien busca presentar a Lucius como un hombre torturado en busca de venganza, el director se interesa más en crear caos y mostrar muertes sin peso emocional. 

La rendición de Lucius a los romanos es casual, lo que contradice la furia que define al personaje y resta impacto a la trama.

“Gladiador II” no intenta profundizar narrativamente, sino que se convierte en una mezcla de elementos emocionantes y entretenidos de las epopeyas de espadas. Scott se muestra más audaz en las secuencias de gladiadores, ofrece batallas entretenidas con monos feroces, tiburones y un rinoceronte (aunque algunos no bien logrados por la tecnología). 

Aunque la secuela retoma conceptos de la original, inyecta suficiente dinámica de personajes para mantener el interés del espectador. La narrativa de duelos violentos e intrigas políticas es efectiva, y “Gladiador II” comparte información esencial sin depender de momentos aburridos. Los enredos y las luchas llenas de melodrama mantienen la tensión, incluso ofrece momentos de reflexión.

Lo mejor es la impecable fotografía, con una paleta de colores brillante y planos que transmiten emoción. Destaca, por ejemplo, una secuencia en blanco y negro por su equilibrio y belleza visual. 

Aunque “Gladiador II” se aleja de la complejidad de la original, la acción y las secuencias de lucha son fascinantes. El espectáculo visual es el atractivo principal, mientras que las actuaciones de Paul Mescal, Denzel Washington, Pedro Pascal y los gemelos imperiales aportan momentos memorables.

“Gladiador II” es una película de acción violenta que, aunque no se compara con la original, logra ofrecer poco más de dos horas de entretenimiento. Búscala en cartelera y, si tu bolsillo lo permite, en IMAX.

Pablo Garabito