La cifra de fallecidos por los incendios en Los Ángeles aumenta a 10 personas
Los incendios que asolan el condado de Los Ángeles han causado al menos diez muertes y destruido más de 10 mil estructuras, mientras bomberos luchan sin descanso por contener las llamas, avivadas por fuertes vientos. Kristin Krowley, jefa del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, destacó la valentía de los bomberos en una conferencia de prensa, subrayando su compromiso a pesar del agotamiento extremo.
«Nuestros bomberos se esfuerzan al máximo. Nunca he visto algo así en mis 25 años de carrera. Nuestros bomberos, botas en el terreno, están absolutamente cansados, pero les digo, nunca, nunca se rendirán», dijo.
El fuego, que ha consumido más de 8 mil hectáreas, registra avances mínimos en su contención, con solo un 6% bajo control, según Cal Fire. La cifra de fallecidos, inicialmente de siete personas, aumentó a diez tras el informe del forense del condado, y las autoridades temen que siga creciendo conforme los equipos inspeccionen los daños.
Los jefes de bomberos que lideran las labores de control del fuego han señalado que, debido a la magnitud de las llamas en algunas zonas, como Hollywood Hills, donde se encuentra el icónico cartel de Hollywood, existe «cero posibilidades» de contener el desastre.
«Parece como si hubieran lanzado una bomba atómica», declaró Kristin Crowley, jefa del Departamento de Bomberos de Los Ángeles.
Según Anthony Marrone, uno de los principales coordinadores de bomberos, la baja humedad de la región, los fuertes vientos de Santa Ana y la falta de infraestructura adecuada son los factores principales detrás de la enorme devastación.
Entre los focos más destructivos destaca el incendio de Palisades, una zona de alto poder adquisitivo donde las llamas arrasaron 5 mil viviendas y estructuras. Otro punto crítico es el incendio de Eaton, en Altadena, responsable de al menos cinco muertes y una devastación que abarca 5,540 hectáreas. El jueves por la tarde se desató un nuevo incendio, conocido como Kenneth, que se extendió rápidamente a unas 388 hectáreas, lo que llevó a la emisión de órdenes de evacuación obligatorias. Este último incendio lo investigan, ya que al parecer fue provocado, hay un sospechoso detenido.
A pesar de los esfuerzos, las autoridades también enfrentan saqueos en viviendas evacuadas, lo que llevó a implementar un toque de queda nocturno. Además, la calidad del aire se deterioró severamente, alcanzando niveles «insalubres», con un índice AQI superior a 160, según AirNow. Como resultado, escuelas y universidades en el condado, que alberga a cerca de 10 millones de habitantes, suspendieron clases por el resto de la semana.
Pablo Garabito