‘Emilia Pérez’, entre la controversia y la audacia cinematográfica
La película “Emilia Pérez”, dirigida por Jacques Audiard, generó un fenómeno cultural polarizante desde su estreno. Este musical, que llegó hoy a México, narra la historia de un narcotraficante que decide cambiar de género y convertirse en mujer. Es una trama audaz que mezcla géneros cinematográficos y desafía las convenciones tradicionales.
“Emilia Pérez” ha recibido críticas tanto positivas como negativas. En México predominan las opiniones desfavorables, sobre todo en las redes sociales; lo curioso es que la mayoría provienen de personas que ni siquiera habían visto la película, sino únicamente las secuencias convertidas en memes. De este modo, al compartir las famosas imágenes, y repitiendo (o copiando) los mismos argumentos simplistas que ignoran la complejidad de la obra, la película fue «sentenciada». Claro que la cinta no es perfecta, pero, tal vez cegados por las tendencias, muchos ignoran su enfoque valiente y profundidad narrativa.
Muchos detractores acusan al filme de trivializar temas como el narcotráfico y la violencia en México al presentarlos en un formato de comedia musical. Sin embargo, esta percepción no considera la intención del director; no es un documental. Por supuesto que le faltó investigar más sobre el país o contratar a más mexicanos, pero el objetivo se logró: una reflexión sobre la transformación personal, la búsqueda de identidad y los desafíos que surgen en un contexto de marginación y violencia.
La película no glorifica el narcotráfico; en cambio, utiliza el absurdo y el humor para explorar temas profundos. La historia de Emilia combina tragedia y comedia para mostrar a una persona que busca desaparecer y renacer como alguien diferente. Este enfoque, lejos de ser ofensivo, resulta provocador y permite una exploración emocional compleja. Las críticas a aspectos específicos, como los clichés o el idioma imperfecto de Selena, no deberían opacar escenas memorables como la balacera o canciones como «Para» y «El encuentro», que aportan momentos conmovedores y significativos.
Uno de los aspectos más destacados de la película es la actuación de Karla Sofía Gascón, la primera actriz trans reconocida por la Academia. Su interpretación de un personaje con dos personalidades distintas es excepcional. Gascón logra humanizar a Emilia y transmitir su lucha interna, creando un personaje que resuena con autenticidad.
El hecho de que «Emilia Pérez» esté nominada a múltiples premios, incluyendo un récord de diez nominaciones en los Globos de Oro (ganó 4) y 11 en los Oscar, habla de su impacto y relevancia en la industria cinematográfica. Este reconocimiento no es casualidad; la película logra captar la atención no solo por su narrativa, sino también por su producción, que incluye una banda sonora cautivadora y coreografías espectaculares.
Además, la película aborda de manera tangencial un tema doloroso en México: las desapariciones forzadas. Aunque no es el tema central, su inclusión enriquece la narrativa y subraya la necesidad de reflexionar sobre realidades difíciles. Este detalle muestra que “Emilia Pérez” no solo se centra en el viaje personal de su protagonista, sino que también conecta con problemas sociales relevantes.
“Emilia Pérez” no es una película perfecta, pero su imperfección es parte de su encanto. Es atrevida, irreverente y profundamente humana. El cineasta logra que los espectadores se enfrenten a emociones contradictorias, entre la risa y la incomodidad, obligándolos a reflexionar sobre temas como el género, la identidad y la violencia.
La película invita a los espectadores a dejarse llevar, a experimentar la incomodidad y a reflexionar sobre los temas que plantea.
No estamos diciendo que “Emilia Pérez” sea mejor musical que “Wicked” o que Demi Moore no se merezca su Oscar como Mejor Actriz, por ejemplo. Solo queremos recordar que el cine es subjetivo y, por ende, es injusto que las películas sean funadas. Las tendencias, corrientes y opiniones en redes sociales no deberían determinar el juicio sobre una película. Antes de criticar, es importante verla, analizarla y experimentar la historia que ofrece. “Emilia Pérez” es una provocación artística que desafía los límites y nos invita a mirar el mundo desde una perspectiva diferente.