En el marco de la FIL2024, la Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la coordinación de Extensión y Cultura presidida por el poeta y traductor mexicano José Javier Villarreal, hacia las 16:00 horas presentaron la 13va edición de la renombrada colección de poesía traducida al español «El oro de los tigres».
A dicha fiesta de las letras fueron invitados a dialogar con el también secretario de la coordinación nuevoleonense los poetas Luis Armenta Malpica, director al frente de la casa editorial de Guadalajara «Mantis Editores» y Jacqueline Santos, titular de Textofilia, desde el año 2023.
La selección consta de seis libros, cada uno poseedor de una rica variedad en poesía escrita durante el pasado siglo XX y el actual siglo XXI. Distintos desde el vamos, a estos volúmenes, así como a la línea editorial bajo la cual se rige el sello propiedad de la UANL, los caracteriza una plena libertad para decidir el estilo como su traductor los planea abordar.
La mesa abriría con una introducción ofrecida por José Javier Villarreal, en donde, a grandes rasgos, el momento de charla entre colegas se aprovechó para referir, con un tono ameno, cuestiones alusivas al origen del título de la colección (un guiño al equipo deportivo de «Los Tigres»), las peripecias de Alfonso Reyes, escritor mexicano, al iniciar en Europa la Primera Guerra Mundial, además de una cita directa del argentino Jorge Luis Borges.
Algunas de las conclusiones, intercaladas por risas y anécdotas de este oficio en México, al público mostraron la muy particular visión de cada invitado acerca de tales problemáticas y de juegos que el traductor enfrenta día con día.
Fue así como el diálogo entre los participantes invitados a la presentación derivó, luego, hacia los pormenores del oficio de traductor: los básico del siglo XX y los nuevos retos a enfrentar durante la segunda década del XXI.
La directora de Textofilia, egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, Jacqueline Santos, a propósito de la colección procuró hacer un énfasis necesario no solo sobre la labor de traducir, ya explicada y comentada por sus compañeros de mesa, si no lo que, al final, un lector es capaz de percibir en su primera lectura: los libros.
Dos en especial, comentó, fueron para ella especialmente dignos de mención: «Dos poetas norteamericanos: Elaine Fowler Palencia y Kieth Tuma», y «Desde Eleusis», de Hilda Doolittle.
De acuerdo a sus palabras, mostrando una clara separación entre el estilo habitualmente frecuentado por autores masculinos hacia el siglo XX y el practicado por mujeres, a partir del XXI, dentro de ambos libros es un verdadero parteaguas, al enunciar dichos temas desde un punto de vista a la vez materno e íntimo, de una cercanía mayor a la sensibilidad contemporánea.
Una forma de habitar el mundo desde un lugar Otro, el cual no sería arriesgado escribir en letras mayúsculas.
Más adelante, al pasar el turno de hablar a Luis Armenta Malpica y José Javier Villarreal, la tónica de la conversación abrió una ventana de posibilidades, cuestionándose por el valor de la poesía cuando viene de otra lengua. La poesía traducida, afirmó Malpica, es un «vehículo para quienes están acercándose a los poemas».
Es una idea común de la comunidad literaria afirmar lo anterior, dada la experiencia de cada quien, afirmada con el tiempo, que se sirve de cuanto libro se le pone al lector enfrente de sus ojos, traducido o escrito en español, americano, francés, mexicano o latinoamericano, pues el origen de donde fueron concebidas las obras suele ignorarse hasta llegar a cierta «edad» como aficionados y aficionadas a la literatura.
De ahí que, para Malpica y sus compañeros de mesa, sea la traducción el medio fundamental de aprendizaje de la tradición literaria: un espíritu voraz animado por un hambre de saberlo todo en primera persona. Como niños que, ávidos de conocer el mundo, a la literatura volvieran su amuleto de la suerte. Su tótem sagrado para iniciarse, por mencionar unos géneros, en la poesía, el cuento, la novela o el teatro.
La mesa, de cincuenta minutos, entre esfuerzos por no dejar sin comentario los nombres dentro de la colección «El oro de los tigres», se inclinó por detallar que, en espíritu, la amplia variedad es debida al interés por honrar al antes mencionado polígrafo mexicano, el ensayista Alfonso Reyes, quien a sus discípulos y colegas estimulaba a leer obras de otros países, o sea, no viendo solo a México sino a toda Latinoamérica y, más específicamente, la narrativa, el teatro y la poesía europeos.
«El oro de los tigres», integrado por los libros Desde Eleusis, de Hilda Doolittle; El guardador de rebaños, de Fernando Pessoa; Dos poetas norteamericanos, una muestra poética de Elaine Fowler Palencia y Kieth Tuma; Las tentaciones, de Patrizia Cavalli; Nada más que perder, de Najwan Darwish; y Los peligros, de Sarah Holland-Batt, siendo esta su treceava edición, refleja un interesante panorama en la poesía de todos los tiempos, el pasado y el presente, y todas las voces: hombres y mujeres de Italia, Estados Unidos, Palestina y Portugal.
Con información de Cultura UANL, José María Flores
Debe estar conectado para enviar un comentario.