‘Kraven El Cazador’, una decepción del universo Marvel de Sony
La película “Kraven El Cazador” se posiciona como un desastre más dentro del fallido universo Spider-Man de Sony. Dirigida por J.C. Chandor, este filme es un intento frustrado de dar relevancia a un personaje icónico de los cómics. El director J.C. Chandor presenta una narrativa incoherente, efectos especiales mediocres y actuaciones desmotivadas; desperdicia el potencial de una historia con raíces profundas en el universo del Hombre Araña.
Kraven, conocido por ser un legendario cazador de animales. En esta adaptación políticamente correcta (interpretado por Aaron Taylor-Johnson) redirige sus habilidades para convertirse en un justiciero que persigue criminales. Mientras tanto, lidia con un pasado complicado que incluye a su padre, interpretado caricaturescamente por Russell Crowe.
La película nunca logra establecer una cohesión narrativa básica, acumulando flashbacks sumamente extensos y diálogos reiterativos que ralentizan el ritmo. Las motivaciones de los personajes son vagas, y el guion se apoya excesivamente en escenas aburridas, en lugar de desarrollar la acción de manera orgánica.
Los efectos visuales son otro punto débil. Desde búfalos mal renderizados hasta un oso furioso generado por computadora. El CGI no convence y, en muchos casos, distrae más de lo que aporta. Las escenas de combate, que deberían ser el corazón de una película de acción, están plagadas de coreografías genéricas, golpes exagerados y edición confusa, lo que dificulta seguir la acción.
A pesar de tener a Ariana DeBose, ganadora del Oscar, en el reparto, su personaje está mal escrito y carece de relevancia. De hecho, su historia de fondo es una de las menos interesantes dentro de un filme ya cargado de tramas insustanciales. Su presencia, al igual que la de otros actores con galardones, parece forzada y desaprovechada.
Pareciera que los tres guionistas acuden a la inteligencia artificial o realizan un autosabotaje. Las líneas de diálogo, muchas de ellas grabadas en postproducción, se sienten desconectadas de las actuaciones. Además, algunas secuencias parecen insertadas como parches en la edición final, como una escena de acción en un club nocturno que rompe abruptamente el tono de una interacción posterior más emocional.
En cuanto a la dirección, J.C. Chandor no logra dar identidad a la película dentro del universo Marvel de Sony. Comparada con sus predecesoras como “Morbius” y “Madame Web”, “Kraven El Cazador” parece un producto con una calidad apenas superior, aunque sigue siendo insuficiente para destacar.
El resultado en taquilla refleja este fracaso: apenas 11 millones de dólares recaudados en su primer fin de semana en Estados Unidos, un número aún más bajo que una de sus predecesoras “Madame Web”. Esto confirma el desinterés del público ante los “esfuerzos” de Sony.
Este proyecto, que pretendía ser parte de una saga competitiva frente al MCU, se ha convertido en otro clavo en el ataúd de un universo cinematográfico que nunca despegó.
Si bien la película intenta modernizar a Kraven y acercarlo a nuevas audiencias, su mediocre ejecución la convierte en una experiencia olvidable. Si este es el cierre del Universo Spider-Man, tal vez sea lo mejor para evitar más tropiezos.
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