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‘Código Traje Rojo’, más explosiones que espíritu navideño

«Código Traje Rojo», actualmente en cartelera ofrece una aventura navideña con toques de acción y espionaje. Dirigida por Jake Kasdan, quien realizó la versión de “Jumanji” de 2017, la película combina mitos y tecnología.

Santa Claus, apodado “Código Rojo” y encarnado por J.K. Simmons, es una versión ruda y musculosa del clásico personaje. Lo acompaña su guardaespaldas Cal (Dwayne Johnson), quien ha perdido la fe en la Navidad.

La historia sigue a ambos intentando rescatar a Santa, a quien secuestran justo antes de la festividad. Para lograrlo, Cal debe aliarse con Jack O’Malley (Chris Evans), un rebelde cazarrecompensas.

Aunque la premisa apunta a una película divertida, la ejecución deja mucho que desear. La edición de escenas parece desconectada, diluyendo chistes que podrían funcionar en otro contexto.

El humor se siente repetitivo y forzado, con líneas como las de Evans que reflejan confusión más que asombro. Los intentos de hacer que la historia sea autoconsciente fracasan en varios momentos.

A nivel técnico, “Código Traje Rojo” alterna entre escenas llenas de acción y CGI de baja calidad. Aunque las secuencias de combate son entretenidas, los efectos son sumamente deslucidos, así como la ambientación. Algunos escenarios, como el Polo Norte como fortaleza de alta tecnología y el trineo de Santa como nave de combate, parecen más veraniegos que navideños.

La trama carece de congruencia y a veces se siente como un refrito de elementos de otras franquicias. Presenta portales, juguetes animados y personajes mitológicos como Krampus, pero sin construir un universo convincente.

De hecho, la batalla con Krampus, uno de los puntos álgidos, resulta un espectáculo que recuerda a un cosplay fallido, sin el impacto esperado en una lucha épica.

“Código Traje Rojo” intenta explorar el redescubrimiento del espíritu navideño, pero este mensaje se pierde entre explosiones y caos. Los personajes, aunque interpretados por grandes actores, carecen de química y profundidad.

La cinta mezcla acción y comedia, entreteniendo por momentos, pero sin capturar la esencia navideña. Su intento de refrescar el género navideño queda corto al no ofrecer nada nuevo.

Para quienes buscan algo ligero y sin altas expectativas, “Código Traje Rojo” puede ser una opción decente. Sin embargo, quienes prefieren la calidez navideña, los clásicos siguen siendo la mejor elección.

 

Pablo Garabito

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