Netflix estrena ‘El niño y la garza’

Este lunes, Netflix estrenó la esperada película “El niño y la garza”, dirigida por Hayao Miyazaki y producida por Studio Ghibli. La historia se desarrolla en Tokio durante la Segunda Guerra Mundial. Mahito, un niño, enfrenta el trauma por la pérdida de su madre. Ella murió en un incendio provocado por una bomba. Dos años después, su padre decide casarse con su cuñada, quien está embarazada. Se mudan al campo, lo que provoca un profundo dolor en Mahito.

En medio de este sufrimiento, el protagonista encuentra una distracción en una garza que le habla. Siguiendo sus indicaciones, Mahito se embarca en un viaje a un mundo fantástico. Allí descubre respuestas a las preguntas más profundas de su vida y vislumbra su futuro.

La película destaca por su animación impecable, fiel al estilo característico de Studio Ghibli. La cinta es dibujada a mano, y los fondos son excepcionalmente detallados. 

La fluidez de los movimientos es sorprendente, gracias a una alta velocidad de cuadros. Este nivel de detalle es producto del arduo trabajo de 60 animadores. Ellos dedicaron siete años a crear cada uno de los cuadros.

La temática pacifista, recurrente en la obra de Miyazaki, está presente una vez más. Refleja su perspectiva sobre la guerra y la paz. 

Además, la película tiene tintes autobiográficos. El personaje de Mahito está inspirado en la infancia del director. Al igual que Mahito, Miyazaki vivió la experiencia de evacuar al campo durante la guerra. También perdió a su madre, quien fue fuente de inspiración para varios personajes femeninos en su filmografía.

“El niño y la garza” aborda temas recurrentes en las películas de Miyazaki. Estas incluyen las relaciones entre padres e hijos y la lucha interna de los personajes. La película inicia con una escena brutal de una batalla. 

Este inicio subraya las dificultades de vivir en tiempos históricos convulsos.

Como en otras de sus obras, el proceso de maduración del joven protagonista se desarrolla a través del contacto con lo desconocido. En este caso, la garza representa algo que en un inicio parece monstruoso.

Este viaje fantástico le permite a Mahito descubrir nuevas realidades. También le ayuda a reconectarse con sus raíces e identidad. Este proceso es algo que Miyazaki exploró en películas como “El castillo ambulante” y “El viaje de Chihiro”.

La dualidad entre el bien y el mal en la película es menos clara que en trabajos anteriores de Miyazaki. El multiverso fantástico que se presenta resulta tentador como vía de escape. Pero también es una ilusión engañosa que contrasta con la cruda realidad diaria. La cinta se consolida como una reflexión profunda sobre la vida, la guerra y el crecimiento personal. Búscala en Netflix.

Pablo Garabito

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