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Regreso triunfal de Rolando Villazón a Guadalajara

Después de 14 años de ausencia en los escenarios mexicanos, y por primera vez en la Sala Plácido Domingo del Conjunto Santander de Artes Escénicas, el tenor mexicano Rolando Villazón ofreció este sábado una gran gala de ópera que incluyó obras de Mozart, Offenbach, Donizetti, Chapi, Rossini y Verdi, entre otros.

Durante las casi tres horas de concierto, el artista, una de las figuras más destacadas en el mundo de la ópera, estuvo acompañado por la Orquesta Solistas de América, dirigida por Iván López Reynoso, la soprano Anabel de la Mora y la mezzosoprano Itzeli del Rosario.

El teatro estuvo abarrotado. Entre el público, se pudo ver a parejas de la tercera edad emocionadas y vistiendo sus mejores galas. También asistieron jóvenes y familias atentas a cada nota; incluso había padres que, en voz baja, parecían explicar el repertorio a sus hijos. Todos los asistentes (excepto uno que olvidó apagar su celular) mostraron respeto y ovacionaron a los artistas durante todo el concierto. Según el programa, se interpretarían 17 piezas, pero se sumaron cinco temas extra gracias a la insistencia del público, que no dejaba ir a los músicos.

La selección de las obras fue muy acertada y equilibrada. Se eligieron, por ejemplo, piezas de Mozart y Verdi que rara vez se interpretan, excepto las oberturas. Además, Villazón, junto con sus dos colegas, adelantó fragmentos de “Idomeneo”, una ópera que estrenará el próximo año en Berlín.

El concierto estuvo lleno de momentos dramáticos, como la interpretación de “O souverain, o juge, o père”, que llevó a muchos al borde de las lágrimas, incluida una de las violinistas de la orquesta. “Es un aria que he cantado en muchas ocasiones y que escuché por primera vez hace muchos años interpretada por el gran hombre que da nombre a esta sala, Plácido Domingo”, explicó Villazón al presentar el tema.

Sin embargo, no todo fue emoción y lágrimas; también hubo carcajadas. La segunda parte del programa incluyó momentos muy divertidos, como cuando el director concertador Iván López Reynoso sorprendió al cantar junto a Villazón “Va, pour Kleinzach” o cuando, con una llave gigante, tuvo que darle cuerda en dos ocasiones a Anabel de la Mora mientras interpretaba a una muñeca en “Les oiseaux dans la charmille”. Esta última fue una de las interpretaciones más aplaudidas de la noche.

Otro momento cómico fue protagonizado por Rolando Villazón, quien dio vida al borracho de Hoffmann; en lugar de vino utilizó tequila e hizo malabares con limones, mientras lucía una camiseta de los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara.

“Me emociona muchísimo estar en esta sala que lleva el nombre de mi ídolo”, insistió Villazón al público, “además, tengo el gusto de estar acompañado por dos colegas fantásticas y ¡tapatías!”

“He cantado con muchas orquestas de todo el mundo y, lo digo en serio, esta orquesta suena impresionante”, añadió el tenor, quien confesó que desde hace mucho tiempo tenía ganas de trabajar con Iván López Reynoso, a quien comparó con Eduardo Mata.

Como mencionamos antes, el público insistió cinco veces para que los artistas volvieran al escenario. Unieron sus voces, bailaron y la audiencia los acompañó con palmas al ritmo de “Brindisi”. Finalmente, “Granada” fue el gran tema con el que se despidieron de Guadalajara.

 

Pablo Garabito