Este año, la temporada de lluvias se presentó con un retraso importante y varias irregularidades que persistieron hasta finales de junio. A pesar de esto, las lluvias de julio fueron abundantes, lo que permitió la recuperación gradual de presas, lagos en Jalisco.
Este aumento de precipitaciones contribuyó a la mejora de los sistemas hídricos de la región, lo que ha tenido un impacto positivo en la gestión y disponibilidad del recurso para el abastecimiento de agua, tanto para la población como para el riego agrícola.
Entre los sistemas hídricos más beneficiados se encuentran las presas de Calderón, Chapala y El Salto, los cuales son esenciales para asegurar el suministro de agua en la metrópoli.
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El incremento de los niveles en estas presas no solo garantiza un mejor acceso al agua potable para las comunidades, sino que también representa una ventaja considerable para los agricultores, quienes dependen del riego eficiente para sus cultivos.
Aunque el lago de Chapala es el cuerpo de agua más conocido y reconocido en la entidad, existen otras presas que desempeñan un rol crucial en la gestión, almacenamiento y distribución del agua.
Estas infraestructuras son vitales para mantener un equilibrio hídrico en la región, especialmente después de periodos de sequía o lluvias irregulares, asegurando así el abastecimiento de agua a largo plazo y contribuyendo al bienestar de la población y el sector agrícola.