Tolera Tlaquepaque tiradero clandestino en La Gigantera

Hace tres años que propietarios de diferentes fincas ubicadas sobre la calle La Loma casi el cruce con Hacienda La Calerilla, en la colonia La Gigantera de Tlaquepaque, denunciaron ante el ayuntamiento sobre un par de tiraderos de escombro clandestinos que son operados con total impunidad, esto ante la omisión de la autoridad municipal.

De acuerdo a lo narrado a Tráfico ZMG por los afectados, son dos terrenos en donde los propietarios cobran por que decenas de camiones acudan todos los días a tirar grandes cantidades de escombro, lo que provoca que dicho material de desecho bloquee el cauce natural de un arroyo ubicado en esas inmediaciones, desviando el cauce del agua a fincas contiguas y causando severos estragos que van hasta el colapso de bardas y derribo de árboles.

Según los afectados, la primera denuncia la hicieron desde el año 2020 y en una sola ocasión acudieron para clausurar dichos tiraderos, sin embargo bajo un presunto tráfico de influencias a los pocos días de haber sido cerrado, ambos terrenos fueron reabiertos y se siguieron utilizando para dejar ahí grandes cantidades de piedra, tierra, ladrillos y demás materiales.

El problema no ha sido atendido por las autoridades durante estos tres años, lo que ocasionó que en este recién iniciado temporal, el pasado 21 de Julio tras una intensa lluvia el bloqueo del arroyo por el escombro que es tirado de manera irregular, ocasionó que la corriente se estrellara contra un par de bardas tirándolas por completo, éstas pertenecientes a particulares que se han visto afectados por esta situación.

La corriente también arrasó con árboles al interior de una finca causando además pérdidas de menaje y diferentes destrozos, todo a causa de la operación irregular de este tiradero clandestino que sigue sin ser revisado por el ayuntamiento de Tlaquepaque.

Ante la advertencia de que los daños cada vez podrían ser mayores, los afectados hacen un urgente llamado a la autoridad municipal para que acuda a verificar y en el mejor de los casos clausurar, a quienes lucran sin permiso ni reglamento para bloquear el cauce natural del arroyo y obtener ganancias a cambio de dejar ahí decenas de toneladas de escombro.

A.Maciel