Fecha Relevante | Eduardo González

Hoy 15 de septiembre, festejamos nuestra independencia nacional, pero también es el Día Internacional de la Democracia.

Ambas efemérides nos llevan a reflexionar sobre los caminos que hemos seguido para construir la nación que hoy tenemos y cuál es la calidad de nuestra democracia.

Sin duda las veredas recorridas para levantar nuestra república han sido azarosas, conflictivas y contradictorias. Hemos tenido tantos proyectos de nación como gobernantes sentados en la silla presidencial.

No solo han sido muchos, sino que la mayoría de ellos contradictorios entre sí, lo que ha ocasionado que nuestra historia, demos unos pasos hacia adelante y otros tantos para atrás.

Luego de decenas de movimientos armados en nuestro país y multiplicación de proyectos para salir adelante, hoy a pesar de ello tenemos una mejor democracia que la que vivíamos en años pasados.

Tenemos reglas que establecen quién está autorizado para tomar las decisiones colectivas, aunque nos hace falta fortalecer el procedimiento.

Hoy la manera de acceder al poder político y al gobierno, nos ofrecen mejores condiciones, aunque debemos transparentar más el ejercicio gubernamental.

Hoy tenemos una sociedad con mayor capacidad de agencia para exigir nuestros derechos aunque es necesario fortalecer la capacidad del estado para que pueda ejercer control democrático sobre el territorio y sobre la población.

A pesar de los pesares, la democracia continúa siendo el mejor sistema para la convivencia social.

Y nuestra independencia nos obliga a seguir construyendo una república más equitativa, justa, tolerante e incluyente donde quepamos todos.

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