Congreso del Terror | Susana Ochoa

Todos y todas recordamos las campañas de Movimiento Ciudadano, prometiendo que para que existiera cambio lo único que había que hacer era sacar al PRI del poder.

Pero parece que lo que olvidaron fue precisamente sacar las prácticas priistas y opacas de hacer política, esas mismas prácticas que hoy se repiten en las administraciones del partido naranja.

El Congreso del Estado es un perfecto ejemplo de esto, esta es la legislatura del terror.

Cada tres años, al comienzo de cada legislatura, las fracciones parlamentarias se dividen las designaciones de magistraturas, comisionados y perfiles que encabezan órganos públicos como si fueran SUS espacios para poner a SUS personas como si fuera un esquema de colocación de personal. Y cada legislatura es mas o menos parecido: los mejores perfiles no llegan.

Esta legislatura no es la excepción. Pero ahora, se agrega el componente autoritario. En las ultimas semanas, el Congreso se ha visto en una disputa contra el Comité de Participación social, un órgano resultado de las discusiones para combatir la corrupción en nuestro país.

Este comité ha denunciado los procesos de designaciones en el Congreso que han resultado en el reparto de cuotas para las y los consejeros de la judicatura.

El Congreso ha decidido utilizar su poder y el del estado para amagar a quienes son incómodos, específicamente a uno de los integrantes de este comité. Han utilizado la tribuna del congreso para dedicar tiempo a quienes le son incómodos.

Han sesionado para aprobar acuerdos para perseguir a quienes han denunciado sus malas prácticas. Han utilizado el poder que tienen, para el que fueron votados, como venganza para quienes les han cuestionado su opacidad y su reparto de cuotas. Nada más vil que en un contexto de incertidumbre y crisis, las y los diputados decidan utilizar su poder de representación para perseguir, violentar y amedrentar.

Ayer fueron las feministas, luego fueron los jóvenes, hoy le toca a este comité y a cualquier ente que busque cuestionar los procesos. Este Congreso no representa y en 2021 no lo olvidaremos.

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