20.4 por ciento de la población en México sufre hambre

En el mundo, más de 820 millones de personas sufren hambre y un número mayor padece sobrepeso y obesidad.

El Día Mundial de la Alimentación, proclamado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1979, busca generar conciencia sobre los problemas de desnutrición y carencia alimentaria, además de fomentar la solidaridad entre naciones para combatir el hambre.

De acuerdo a cifras de la ONU, las personas que se dedican a la agricultura producen el 80 por ciento de la comida, sin embargo, son las más propensas a sufrir carencia alimentaria.

En México, 1.5 millones de niñas y niños menores de 5 años, tienen problemas de desnutrición, mientras que 3 de cada 10 menores se ven afectados por el sobrepeso y la obesidad.

Según cifras de 2018 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), el 31.5 por ciento de la población indígena de nuestro país tiene carencia por acceso a la alimentación, grupo poblacional seguido de las personas con discapacidad (27.8 por ciento) y los habitantes de las zonas urbanas (18.7 por ciento).

#DíaMundialDeLaAlimentación | En México, la población indígena presenta un alto porcentaje de carencia por acceso a la alimentación.

¡Acércate a otros #DatosCONEVAL por grupos de población! https://t.co/xQVbZKv7h4 pic.twitter.com/QzO6kps7he

— CONEVAL (@coneval) October 16, 2019

En la última década, la carencia por acceso a la alimentación en México tuvo una ligera reducción, pasando del 21.7 por ciento de la población en 2008, al 20.4 por ciento en 2018.

A nivel global, se estima que un tercio de la comida que se produce en el mundo se pierde o se desperdicia, lo que representa pérdidas por alrededor de 1 billón de dólares anualmente. Dicho de otra manera, con solo el 25 por ciento de la comida desperdiciada se podría alimentar a 870 millones de personas con hambre.

Ante ello te invitamos a generar conciencia sobre tus hábitos de consumo, decir «no» a la comida chatarra y evitar el desperdicio de productos.

Martha R. González