El encuentro entre AMLO y Jared Kushner I Eduardo González

El martes pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador cenó con Jared kushner, el yerno y asesor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El objetivo fue discutir  una estrategia integral para detener la migración, tanto del sureste mexicano como de los países de centroamérica en el lugar de origen; esto a partir de una inversión prometida por el gobierno de Estados Unidos de 10 mil millones de dólares, con lo cual se podrán generar, en caso de concretarse, desde luego, pues fuentes de empleos que detengan la migración en su lugar de origen , no que la detengan con muros, con leyes , con persecuciones, sino que la detengan dándoles condiciones de vida a los centroamericanos y a los mexicanos en el sureste de nuestro país.

Además se discutieron asuntos del nuevo Tratado de Libre Comercio entre México y Estados Unidos, pero, el pero, pues fue el lugar en donde se realizó esta cena, la casa de Bernardo Gómez, vicepresidente de Televisa y miembro de este grupo de empresarios que están, pues muy cerca del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Aunque el presidente López Obrador consideró que este encuentro fue normal, en términos amistosos, me parece que lo que llama la atención  y habría que señalarlo, es el lugar mismo. Sí, la reunión se pudo haber realizado en cualquier edificio, en cualquier espacio público, pero no en la casa de uno de los empresarios más importantes de este país.

Sin duda, forma es fondo, y estamos frente lo que pudiera generar un conflicto de intereses, a qué me refiero con esto, que bueno, el empresario Bernardo Gómez tuvo sin duda acceso a información privilegiada que maneja tanto el asesor del presidente Donald Trump como el presidente de México y esta situación eventualmente podría generarle ciertas ventajas económicas y políticas a Bernardo Gómez

Cómo es posible que se trate de establecer algunos acuerdos políticos, económicos, comerciales,  migratorios, entre dos países, México y Estados Unidos, pues en la casa de un particular, me parece que esa reunión no se debió haber realizado  en ese lugar y bajo ese formato.

A lo largo de los gobiernos anteriores a la actual administración pues vivimos una especie de simbiosis entre el poder político y los poderes económicos en este país; esta relación, este maridaje  tan fuerte entre estos dos espacios de poder, pues le trajo grandes beneficios a los dueños del dinero, a los dueños del poder político y no tantos a la población en general.

El año pasado, la mayoría de los mexicanos votamos por un cambio, por una manera diferente de gobernar y de hacer política, me parece que la reunión del martes pasado entre kushner y Andrés Manuel López Obrador muestra todo lo contrario.

Sin duda, la cena del pasado martes no tiene nada que ver con lo prometido durante la campaña, pero no solamente eso sino con lo dicho de manera cotidiana por el presidente Andrés Manuel López Obrador que de manera sistemática ha dicho que es necesario separar el poder político, del poder económico para evitar conflictos de intereses. Lo que vimos la semana pasada tiene la pinta de ser todo  menos esto.

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