#8DeMarzo #RefugiosParaMujeres | Ignacio Dávalos
Este viernes 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. La frase “no hay nada que celebrar” se ha convertido en cliché, pero hoy es más vigente que nunca. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador cumple sus primeros 100 días. Su promesa era sacudir el statu quo y, desde varios frentes, vaya que lo está haciendo.
Uno de los planteamientos fundamentales de la 4T es la AUSTERIDAD.
Dejar atrás los gastos superfluos. Hacer más con menos. Y eso, está muy bien.
Entregar apoyos a adultos mayores, jóvenes y personas con discapacidad y, además, hacerlo sin intermediarios corruptos es aún mejor.
Pero urge que alguien le diga al presidente que en el caso de los refugios temporales la está regando y gacho.
La violencia contra las mujeres es un problema que en lugar de disminuir, va en aumento.
2 de cada 3 mujeres mexicanas han sufrido algún tipo de violencia.
Cada día, 9 mujeres son asesinadas en México.
Los refugios temporales son precisamente el escudo, el último recurso que tiene una mujer para resguardarse ante una situación de peligro inminente.
El gobierno dice que no suprimirá la ayuda, que ahora entregará un recurso económico y que la Segob tiene espacios para resguardar a las mujeres.
Lo que no dice, es que esos espacios pueden recibirlas durante máximo 3 días para luego, derivarlas a refugios precisamente que son los que ahora quieren cancelar.
Lo que necesita una mujer en situación de máxima vulnerabilidad es protección física, atención de especialistas y albergue.
Un cheque no le sirve de nada si no se le extrae de casa, porque estar en casa es igual a PELIGRO.
No está chido que a una mujer en riesgo de ser asesinada, les des una lana y luego le pidas que regrese justo al lugar donde su vida es amenazada.
No está chido que dejemos a las mujeres a merced de sus victimarios.
Es por eso que este 8 de marzo, tenemos que alzar la voz para que el gobierno sepa que los refugios temporales para mujeres y niños víctimas de violencia NO son algo que se pueda echar a la basura.
Que sí, los refugios son insuficientes; pero lo que hay que hacer es mejorarlos, no destruirlos.
Hay que ayudarle a Andrés Manuel a combatir la corrupción; pero también hay que ayudarle a distinguir el frijol del gorgojo.
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