mi�rcoles, 17 de abril del 202417 de abr del 2024

Todos los derechos reservados, propiedad intelectual ©2024 TZMG Media.

Aparece cuerpo de cocodrilo colgado con un mensaje en Puerto Vallarta

Al puro estilo de la delincuencia organizada, esta madrugada en Puerto Vallarta apareció el cuerpo de un cocodrilo colgado de un árbol con un mensaje clavado en la cabeza, los hechos ocurrieron en la colonia Villas Universidad del municipio costero.

“Seguiremos matando estos asquerosos animales si no ponen control Ecología y Gobierno de Puerto Vallarta, atentamente El Pueblo que ya está harto”, decía el mensaje junto al cuerpo del reptil.

No es la primera vez que aparecen cocodrilos muertos. El crecimiento urbano invadió parte del hábitat natural de esta especie por lo que es común ver a estos animales en zonas residenciales como Villas Universidad y Sendero de Luna.

Esta situación ya había sido advertida por especialistas de la Universidad de Guadalajara desde hace semanas.

Reportaron que del Río Ameca, en Puerto Vallarta, Jalisco, a la Laguna El Quelele en Bahía de Banderas, Nayarit, podrían habitar entre 250 y 300 cocodrilos, lo cual consideran como poca cantidad si se toma en cuenta las amenazas constantes por depredadores naturales, el crecimiento urbano y el ataque de seres humanos a tales animales.

El doctor Helios Hernández Hurtado, el Responsable Técnico de UMA Reptilario Cipactli, del Centro Universitario de la Costa (CUCosta), de la Universidad de Guadalajara (UdeG) lamentó que a pesar de este panorama, en la región no existe un plan de manejo de cocodrilos, y en la zona sólo hay 45 especímenes adultos que miden más de dos metros, debido a que hay diversos factores que impiden a los cocodrilos llegar a su etapa adulta.

Señaló que han encontrado nidos a donde la gente, “en un síndrome de locura y destrucción, llegan y matan a todos”, añadió que recientemente localizaron toda una nidada, con cerca de 35 cocodrilos aplastados.

Convocó a las autoridades federales y estatales a lograr una mayor planeación y coordinación, y no sólo tener un protocolo de accidentes. La ciudadanía deberá de respetar a estos seres vivos, seguir las indicaciones como no nadar o acercarse al bordo del agua; además de no alimentarlos y no intentar capturar las crías.

“95 por ciento de ataques se dan cuando la gente está en el bordo o en el agua. Si no tenemos ese cuidado, vamos a tener problemas”, dijo.

MAG

You cannot copy content of this page