Amaxofobia, vence tu miedo
La “amaxofobia” es el miedo a conducir. Que incluso se presenta al tripular un vehículo como copiloto.
Es un problema mucho más común de lo que podríamos creer, ya que más del 30% de los conductores padecen esta fobia en diferentes niveles.
Este miedo a tener el control de un vehículo puede comenzar de diferentes formas, como cuando una persona aún es principiante en la conducción, quien todavía tiene temores por no tener el control completo del auto, de las dimensiones de las calles, y de la capacidad de reacción que puedan manifestar al circular.
Otra de las causas se presenta en conductores ya experimentados, o incluso copilotos que sufrieron algún incidente traumático de tráfico, un choque en vivencia propia, o por el hecho de presenciar un accidente ante sus ojos.
Y la tercer forma en la que se comienza a manifestar esta fobia es, si al ir conduciendo, la persona sufre de pánico o un ataque de ansiedad, posteriormente le cuesta trabajo volver a posicionarse ante el volante de nuevo.
La amaxofobia puede manifestarse en diversos niveles, puede ser solo un nerviosismo durante los traslados en auto, y en su estado más grave, desertar por completo de la conducción.
Las situaciones que pueden estimular los síntomas de esta fobia son:
- Conducir en situaciones de lluvia.
- Conducir en autopistas.
- Grandes avenidas.
- Circular a ciertas velocidades, por encima de los 100 km/h.
- Rutas desconocidas.
- Viaductos, puentes y túneles.
¿Cómo saber si tienes amaxofobia?
La situación más clara para determinar una posible amaxofobia es, encontrándote en un congestionamiento vial, se pierden los estribos, los nervios aumentan drásticamente, se pierde el respeto por los demás conductores, y se llega a confrontaciones físicas.
El conductor puede presentar miedos como el de no saber reaccionar a situaciones adversas al volante, y se convence de que conducir no es una actividad para la que está capacitado. En los principiantes es fácil detectarlo por la tensión que muestran en hombros y cuello y en que no logran controlar la respiración agitada.
Si te identificas con algunos síntomas, no necesariamente significa que sufras de esta fobia, sin embargo puedes tomar en cuenta los siguientes consejos:
Empieza por dominar el miedo, eliminar pensamientos negativos sobre conducir. Controla tu respiración, relaja los músculos de hombros y cuello. Ten confianza en ti mismo, toma una actitud positiva ante la actividad.
Se debe considerar que si el problema tiene un nivel más grave, debes acudir con especialistas, para que te ayuden a tratar y vencer tu miedo.
Conducir es una actividad que en algún momento a todos nos pone nerviosos, pero podemos controlarlo con la experiencia y la confianza en nosotros mismos.
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