Tradición peligrosa, juegos pirotécnicos
Existe en nuestro país, una tradición que asombra y divierte a propios y extraños, arraigada, desde hace más de 500 años.
Nosotros estamos expuestos a esta tradición milenaria principalmente en las ferias o en las fiestas de los templos, y más cercanos a ellos estamos cuando se sueltan los buscas pies y suenan los cuetones.
Pero no solamente en las fiestas nos vemos rodeados de la pirotecnia, sino, también en eventos especiales, como los propios de los meses que se acercan, Septiembre con la celebración patria y de ahí hasta Diciembre con las posadas.
Sin duda todos nosotros alguna vez hemos tronado una palomita o comprado cerillos, luces de bengala, pedos de bruja, entre otros tipos de pirotecnia que se pudiera considerar como de bajo riesgo.
El peligro en el juego
Sin embargo, ya en nuestra ciudad se han visto casos de accidentes por manejar este tipo de juegos, digamos de una forma no responsable.
Finalmente, una sola palomita o un solo petardo no generan mucho riesgo. No obstante, el peligro incrementa cuando se juntan varios de estos explosivos y son expuestos a alguna fuente de Calor.
Y lamentablemente son los niños los que están, más expuestos a sufrir, en el menor de los casos alguna quemadura, hemos visto casos mayores como perdida de algún miembro e incluso la muerte.
Respecto a esto el Instituto Mexicano del Seguro Social, menciona que en estos meses, o sea de Septiembre a Diciembre, se incrementa, hasta en un 300 % la demanda de servicios de urgencias por quemaduras en menores de edad de entre 5 y 14 años de edad.
Datos similares manejan el Hospital Civil de Guadalajara agregando que al año atienden alrededor de 250 niños con quemaduras causadas por la manipulación de pólvora.
Aunado a esto la Fundación Michou Mau, agrega que cada hora 48 niños sufren de alguna quemadura por descuido.
Sustento ancestral
Mucho se ha buscado hacer algo respecto a la elaboración, uso y venta de la pirotecnia. Sin embargo, también se defiende esta tradición, que es sin lugar a dudas el sustento de miles de familias que se han dedicado de generación en generación a la elaboración de la pirotecnia artesanal.
Suena curioso que últimamente los temas polémicos como las calandrias, las ladrilleras y en este caso los polvorines, sean oficios que se han pasado de generación en generación. Veremos entonces quiénes mueven las piezas para poner en “orden” o “regulan estos negocios”.
Hablando en específico de la pirotecnia, por ahí ya el municipio de Tlaquepaque ha levantado la mano buscando regularizar el uso de la misma.
Sin embargo, no van en específico a la mitigación o desaparición de este oficio, pero si a la regulación de la quema que genera contaminación y de los horarios en los que se manipulan.
Imagínese usted que ahora los que quieran hacer una fiesta patronal, tendrán que pedir un permiso al ayuntamiento, a la comisaría Pública y a protección Civil, mismas que deberán emitir un certificado de seguridad, mismo que prohibirá lanzar cohetes a deshoras.
Medida que ojalá repliquen otros municipios, por ahí, hace algunas semanas, «con perdón de los agraviados” me encontré maldiciendo a las personas que se les ocurrió lanzar cohetes a las 6 de la mañana, como resultado de unas procesiones de la parroquia Del Consuelo. Ojo ayuntamiento de Guadalajara, no sería mala idea sumarnos a esta regulación.
Historial de accidentes
En fin, regresando a la regulación de la quema en horarios específicos, valdría la pena que también volteen a ver los lugares donde se fabrican todos estos cohetones, palomitas, etcétera, llamados polvorines.
Ya que recordemos que estos accidentes van en aumento, específicamente en el municipio de Tonalá, donde en múltiples ocasiones se han visto desgracias por explosiones en estos lugares.
Por mencionar algunos casos están el ocurrido en el 2004 donde murieron 7 personas entre ellos un niño de 2 años de edad, otra explosión más se dio en el 2011, afortunadamente sin víctimas, de ahí nos vamos a Diciembre del 2015, donde murieron 2 personas y 4 más resultaron lesionadas. También entre ellos había un menor de 6 años. Y mencionamos el más reciente en mayo pasado, una explosión que dejó 2 muertos y 3 lesionados.
No solo estos casos ha habido en la zona metropolitana de Guadalajara, recientemente la manipulación de estos materiales explosivos, han generado mortales accidentes, recordarán también el accidente en carretera a Colotlán donde fallecieron dos personas y 4 más resultaron lesionadas, fue a la altura del Kilómetro 23, donde exploto una camioneta que iba repleta de pirotecnia, misma que usarían en unas fiestas patronales del poblado de San Francisco.
Cerca de ahí en el municipio de Zapopan, también ya se han registrado dos explosiones en polvorines, una en Junio del 2015, y otra más en Mayo de este año en Santa Lucia, estas no dejaron personas muertas. Sin embargo, si dejan una incertidumbre y deberían de alertar a las autoridades a que al menos estos lugares sean inspeccionados para cerciorar que cuenten con las medidas de seguridad correspondientes.
La ley de la pirotécnia
En nuestra ciudad frecuentemente vemos estos operativos en tianguis y mercados donde se busca pirotecnia ilegal y nos preguntamos si de verdad está regulado ya que en algunas ocasiones un petardo, un cohetón o un barreno parecen inofensivos.
Sin embargo, déjenme decirles que si están regulados y es una labor que revisa estrictamente la Secretaria de la Defensa Nacional, y todo está plasmado en la Ley Federal de la Pirotecnia. Los llamados Polvorines pueden vender libremente cualquier artefacto pirotécnico que se encuentre entre las 3 primeras faces de peligrosidad y la venta a menores de edad está completamente prohibida.
Se preguntarán qué es lo que entre en estas 3 primeras faces de peligrosidad, pues en ellas se encuentran: Bolas de humo; Cerillitos; Balón silbador; Escupidor; Paloma de luz; Pajareros; Buscapiés; Luces de Bengala; Palomas y Palomitas y Pedos de Bruja.
La misma Ley establece, que serán sancionados con de 10 a 50 días de salario mínimo, a quienes almacenen materias y artificios pirotécnicos en lugares no autorizados para tal efecto; En esto entra casas o negocios. A quienes posean para su comercialización materias y artificios pirotécnicos sin el permiso correspondiente; y A quien venda artículos pirotécnicos a menores de edad.
Así que valdría la pena revisar a quienes verdaderamente resguardan todo este tipo de entretenimientos y no solo limitar los horarios de uso de pirotecnia.
Te dejamos los comentarios al respecto de este tema en nuestra página de Facebook:
#NotaOpinión @Martinezgrace