La guerra por la vacuna | Ignacio Román

Pues la vacuna rusa nos está poniendo en un ambiente dentro de esta crisis sanitaria que parece de película de espionaje.

Y es, efectivamente, de nuevo la competencia entre los Estados Unidos y Rusia en la guerra tecnológica.

Ahora resulta que sorpresivamente aparece Rusia diciendo «ya tenemos vacuna, ya la registramos y se puede aplicar de una forma masiva y estamos teniendo ya miles de millones, mil millones, de solicitudes de la vacuna».

Por otro lado, en Estados Unidos lo que está diciendo es «sí pero no está la tercera fase de la prueba», por lo tanto, no sabemos qué tan generalizable puede ser su uso, ni tampoco conocemos adecuadamente los efectos secundarios que pueda tener.

Esto plantea varios elementos de discusión:

Uno, que es la competencia económica entre países: Estados Unidos frente a Rusia, pero también frente a Inglaterra con AstraZeneca, Francia, Suiza, China.

Y, por otro lado, también nos está planteando, la competencia entre empresas directamente, donde el peso que tengan en el mercado internacional de la industria farmacéutica se vuelve gigante, a partir de los resultados que se tengan.

Está la enorme importancia de ¿cuánto va a costar? Por un lado, tenemos un anuncio de decir costará 4 o 4 Euros la dosis, por otro lado, tenemos a China diciendo prácticamente que va a ser patrimonio de la humanidad, gratuita.

Por otro lado, estamos teniendo otra empresa que dice «no pues serían 30 y tantos Euros», lo cual, multiplicado por cientos o miles de millones de personas, sería una cantidad muy significativa y, en todo caso, estamos en una historia económica nueva, de inmensa competencia a partir ahora de cómo enfrentar la pandemia.

No es solamente el conflicto de orden comercial, se vuelve también el conflicto de orden tecnológico ya no solamente sobre las famosas «nuevas tecnologías», sino sobre una ya tan tradicional, como es la farmacéutica.

 

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