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Las otras caras de Tlaquepaque

El municipio de Tlaquepaque, es de los más grandes de la Zona Metropolitana de Guadalajara, con 270 kilómetros cuadrados abarca grandes colonias de la ciudad, desde las más coloridas que están en el primer cuadro, como la San Francisco, Prados del Nilo, Los Meseros, Camichines e Hidalgo hasta  las más desangeladas en las orillas del municipio.

En un recorrido hecho por tráfico ZMG en varias colonias del mencionado municipio, destacan al menos siete colonias en las que sus pobladores viven de manera precaria; En el Órgano y La Piedrera, algunas casas habitadas se ven a punto del colapso y los pobladores tienen que caminar entre tierra y piedras hasta por 20 minutos para tomar algún medio de transporte público, ahí denuncian el relleno con escombro de la llamada presa de La piedrera, un yacimiento de agua que bien podría ser un paraíso, no obstante, basura, llantas entre otras cosas manchan el panorama.

 

Estas condiciones también prevalecen en colonias como San Martín de las Flores y San Pedrito, que si bien son más cercanas a la Central Camionera Nueva, una zona de alta afluencia turística, también tiene muchas carencias en cuanto a vías de comunicación en buen estado, movilidad y servicios básicos.

Según datos de la Secretaría de Desarrollo Social en este municipio el 36.2 por ciento de la población vive en la pobreza y el nueve por ciento no cuenta con los servicios básicos. Esta situación predomina en la colonia La Gigantera, al sur del municipio, ahí los pobladores se cuelgan de un poste de luz ubicado a kilómetros de distancia para tener energía eléctrica y pagan pipas de agua, no cuentan con drenaje y mucho menos con calles, viven entre la basura que tiran otras personas al canal de Arroyo seco.  

Más al oriente, nos encontramos con la colonia La ladrillera, ahí se ubica la presa Las Pintas, que aunque está contaminada y llena de basura, es un lugar de oportunidad para una familia de pescadores, ellos se adentran en el agua y se abren paso entre escombro y llantas, para sacar su alimento y el sustento del hogar cuando “no hay trabajo”.

          El Sur de Tlaquepaque

Dentro de la periferia de la ciudad, destacan otras tres colonias que se quedaron en el olvido, Francisco I. Madero, Guayavitos y Lomas de Santa María; las tres pertenecientes al territorio sur,  que según informes de la Fiscalía General del Estado se disputa el crimen organizado, pelea sin tregua que según estadísticas del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses ha dejado de enero a octubre de este año 304 muertes violentas en la ex villa alfarera.

La Colonia Francisco I Madero colindante al cerro del 4, se ha convertido en un vertedero de basura, ahí camiones tiran escombro a la cañada del cerro de 4, un bajante natural de agua pluvial que es rellenado para la construcción de viviendas.

 

En las colonias Guayavitos y Lomas de Santa María, cercanas a principales vías de comunicación como Periférico y 8 de Julio, se tienen montículos y surcos de tierra en lugar de calles, una situación que padecen desde hace más de 20 años.

En San Pedro Tlaquepaque existen zonas de alta marginación, un municipio de altos contrastes, en el que encontramos sitios con alta demanda turística y lugares en total abandono.

Los años pasan para los habitantes de esas colonias sin que se vean cambios significativos y se dicen olvidados administración tras administración, en algunas faltan servicios básicos, como energía eléctrica y drenaje, en otras, se carecen de calles, banquetas, transporte público y demás, un rezago en crecimiento evidente, que aumenta la brecha del desarrollo con otras zonas de la ciudad.

GM