Ser Trans en Jalisco, una situación de alto riesgo

Ser trans en Jalisco es un acto de valentía y alto riesgo , esto según las últimas cifras que colocan a nuestro país como el segundo con más crímenes de odio y  transfeminicidios en América Latina.

Apenas en enero de este año, se registró en Guadalajara el transfeminicidio de Anahi Tapia, una chica transexual que terminó asesinada  en la vía pública luego de ser atacada a balazos dentro de un bar de la zona centro de la ciudad. Sin embargo, y a pesar del motivo claro de la agresión, el odio a su transexualidad, el caso no pasó más que a ser catalogado como un homicidio típico, a pesar de las peticiones sociales por considerarlo un crimen de odio.

Candy Chávez, mujer trans tapatía y activista en pro de los derechos de lasdiversidad en el estado, menciona que es indispensable este tipo de reconocimientos a los crímenes de odio en contra de la comunidad trans, pues así se visibiliza la problemática y dice, se entorpece menos el proceso de investigación:

“Es importanque que los asesinatos en contra de personas trans se reconozcan como transfeminicidios porque así le damos nombre a la agresión y podemos darle un seguimiento adecuado. La mayoría de agresiones a personas trans es a mujeres trans y la mayoría de los crímenes de odio hacia personas trans son a mujeres trans”, Puntualiza la activista.

Pesadilla de procesos

Candy Chávez menciona que la exigencia va más allá de esclarecer homicidios y obedece también al trato que reciben las personas trans cuando se ven implicadas en procesos legales o penales. La activista menciona que en la mayoría de los casos, las mujeres trans solo son tratadas como “hombres con falda” y que no se llevan los cuidados necesarios que una persona trans debería de tener.

Ante esta situación, en octubre del año pasado, el estado publicó en el Periódico Oficial del Estado de Jalisco un protocolo de actuación para la atención de personas en casos que involucren la orientación sexual, identidad de género, expresión de género y características sexuales. En dicho protocolo se indican las atenciones que deben tener los servidores públicos hacia las personas trans, partiendo principalmente desde la perspectiva de género. Sin embargo, los esfuerzos se han visto flojos.

A su vez, La Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Jalisco (CEDHJ)  reconoce en su informe “Derecho a la identidad jurídica de las personas trans” que en Jalisco, la comunidad LGBTTIQ+ resulta seriamente vulnerada en todos sus derechos y expresa, no se han hecho los esfuerzos necesarios para asegurarlos, a pesar de que México se encuentre obligado bajo tratados internacionales, como el decreto de Montreal, en 2006

“Las personas pertenecientes a grupos LGBT continuamente se enfrentan a la discriminación en muchos aspectos de su vida. Por ello, la comunidad internacional pide a los gobiernos tomar acciones positivas para fomentar los derechos LGBT y erradicar la discriminación en las siguientes áreas: “Se subraya la necesidad de acceso a la sanidad en general y para las necesidades específcas de las personas LGBT. Particularmente se esperan subvenciones para la cirugía de reasignación de sexo en el mismo grado en el que se realizan para otros tratamientos médicos necesarios” (Declaración de Montreal, art. 4º).

En ese mismo informe, la CEDHJ llama también a la inclusión del cambio de identidad sexo-genérica  dentro de los derechos para las personas trans, esto a través del reconocimiento de su identidad jurídica por parte del estado.

“…No es admisible que en la actualidad aún exista esta vulneración de derechos al sector transgénero y transexual oponibles por Estados conservadores como los casos de Jalisco y Guanajuato, entre otros, que ha llevado a las personas de diversidad sexual a un estado de indefensión y tratos degradantes e inhumanos, al grado de que no existen jurídicamente, en virtud de no tener reconocimiento de la identidad jurídica por parte del Estado mexicano”, (CEDHJ)

Sin embargo la realidad es otra y hoy las personas trans que deseen cambiar su identidad en sus distintas documentaciones, deben acudir hasta la Ciudad de México; metiéndose en una serie de trámites burocráticos y costosos que terminan vulnerando una vez más los derechos de esta comunidad.

¿Y el mundo laboral? 

Para Ophelia Pastrana, mujer transgénero, tecnóloga, conferencista e influencer, quien ha colaborado con marcas importantes como Intel; el tema no se queda solo en los transfeminicidios o la violencia física, sino también en la vulneración laboral que sufren muchas mujeres trans. y es que dice, la discriminación laboral a personas LGBTTTIQ+ en México es una espada de doble filo pues el país pierde cerca de 400 millones de dolares  por año, gracias a despidos injustificados y situaciones que solo paran la productividad.

en palabras de Pastrana, es alarmante que las empresas no se encuentren sensibilizadas respecto al trato de las mujeres trans en sus espacios laborales y expone que hoy muy pocas empresas ofrecen un espacio de trabajo seguro para esta comunidad.

Pastrana argumenta que situaciones como ir al baño o enviar un correo electrónico pueden convertise en una pesadilla para las mujeres trans dentro de sus trabajos,  pues no existen protocolos firmes que aseguren su bienestar social y psicológico.

Para Candy y Ophelia, mucha de esta inseguridad laboral parte también del no reconocimiento de su identidad jurídica y su cambio sexo-genérico por parte del estado, pues dicen que si este proceso fuera una realidad en Jalisco, cientos de mujeres trans se evitarían demasiadas negativas en las entrevistas laborales al momento de entregar su documentación.

Ophelia Pastrana también señala que muchas de estas dificultades laborales terminan colocando a las mujeres trans en  situaciones de vulnerabilidad económica y social y por última instancia y en algunas situaciones, las orilla a ejercer el sexo servicio, en donde son en su mayoría hombres heterosexuales quienes aprovechan la situación y termina exponiéndose a tratos inhumanos y denigrantes.

Tanto Candy como Ophelia, reconocen la urgencia de una ley de identidad jurídica en el estado a bien de seguir visibilizando lo normal que debe de ser que una mujer trans se inserte en la vida laboral de manera cotidiana y no solo en trabajos como el sexo-servicio.

“Es Importante la ley de identidad porque nos hace visibles y nos permite de esta manera presentarnos como quienes somos. Dejar de tener un nombre que no nos representa para tener un nombre que si nos representa. Integrarse a la totalidad de nuestros derechos y reconocernos como ciudadanas, como mujeres que somos y exigir exactamente los mismos derechos”, puntualizó Candy Chávez.

El foco está puesto, dice Chávez, al mencionar que en este periodo electoral pasado, algunos políticos asumieron posturas en favor de la diversidad sexual y de género. Para ella, la activista tapatía, la esperanza no decae y espera esta vez se redoblen los esfuerzos legislativos en pro de la ley de identidad jurídica para personas trans y el reconocimiento de la figura de “Transfeminicidio” como una categoría para evaluar los asesinatos por odio hacia personas con una identidad sexo-genérica distinta a la que se les asignó de nacimiento.

Omar E. Núñez