Somos de Guanatos y se nota

Uno no se puede jactar de ser buen tapatío y jaliscience al menos si no ha comido una torta ahogada o si no se ha tomado un tequila derecho al son de José Alfredo Jiménez. Pero esas no son las únicas cosas que nos caracterizan como buen tapatío, hay más y aquí enlistamos algunas de ellas.
Para nosotros el si es “Ey”
Y si, sonará confuso si eres de otra parte del país, pero no hay jalisciense que no responda con el clásico “Ey” cuándo tiene que decir si. ¿Verdad?
El tapatío no necesita, el taplatío “Ocupa”
Aquí es más revuelto el asunto pues es de ley que nunca nunca vas a a ver a un tapatío necesitar algo, porque no, ellos no necesitan, ellos siempre lo “ocupan” ¿Edá?
Aquí se festeja en la Minerva
Esta es de cajón y lo sabemos todos, cualquier triunfo jaliscience tiene por terminación una megafiesta en las faldas de la minerva. Todo tipo de festejos ha visto esta monumental diosa romana y no es para menos pues siempre ha estado ahí viendo la vida de nuestra ciudad. Inclusive no ha logrado salvarse de los memes y de todos nosotros.
Por las calles va Pedro Kalimán
Todos, todos al menos una vez hemos visto o escuchado hablar de aquel hombre de avanzada edad que se anda en cada maratón de la ciudad caracterizado del inolvidable personaje de los cómics. No hay carrera que se le pueda resistir a don Pedro Kalimán. Ante todo esto nos surge una pregunta ¿Quién fue primero, el Kalimán tapatío o el de los comics?
El sexochenta
Y si, como lo oyen, esta ruta del transporte público, la 380, es mejor conocida por estar siempre llena de pasajeros y claro, por ahí dicen que se cuentan más historias “románticas” en esa ruta que en el mismísimo libro vaquero.
¡Y de aquí al Américas!
Sabido es por todos que después de una buena fiesta en la ciudad, pecado sería no llegar al after en el inolvidable Américas, ubicado justo en una de las mejores zonas de vida nocturna de la ciudad, El Paseo Chapultepec. Por ahí cuentan que lo que pasa en el Américas se queda en el Américas ¿Será?
De puente a Mazamitla
Si, no hay tapatío que no se haya ido un fin de semana entero a enfiestarse en este hermoso pueblo mágico, especialmente en 15 de septiembre o en cualquier puente bendito que caiga ¿Tú en qué fechas vas?
Envejecer poco a poco en el tráfico de López Mateos
Y si, mal haríamos no poner esto en el top, pues nos guste o no, atorarnos eternamente en el tráfico de esta avenida es una cosa de todos los días y bueno ni se diga en tiempos de obras públicas.
Manejar a Soyotlán por unos vampiritos
No será tejuino, pero esta bebida preparada en San Luis Soyotlán, ha pasado por el paladar de la mayoría de nosotros.
Ir al panteón de Belén
Este mítico cementerio de la ciudad alberga las leyendas más temidas de nuestra urbe y si, la mayoría hemos ido a este escabroso sitio, o bueno al menos hemos oído lo que se pasea entre sus muros y de sobra sabemos del Árbol del Vampiro ¿Y a ti, cual leyenda es la que más te viene a la memoria?
Sobrevivir al diluvio de Plaza del Sol
Nos guste o no, los tiempos de lluvia son ya un quebradero de cabeza para la ciudad, sobre todo cuando te quedas atrapado en esta plaza. Sabes que de ahí solamente saldrías en una lancha. Deberían ya vender salvavidas a las afueras ¿No?
Curarse la cruda con las tortas ahogadas de Don José, el de la bicicleta
Ya por último enlistamos esta. Y lo ponemos así… quien no haya ido a comerse una torta ahogada con Don José, el de la bicicleta, no puede decir que vive, respira o ha estado en la perla tapatía.
Y bien, estas son solo algunas de las cosas que sin duda la mayoría de los tapatíos tenemos, hay más, seguramente, pero eso te lo dejamos a ti, para que lo comentes en la caja de comentarios y sigamos descubriendo que es lo que nos hace ser tapatíos de hueso colorado.
Omar E. Núñez