domingo, 24 de marzo del 202424 de mar del 2024

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«El transporte público es donde la mujer sufre más violencia» : Erika Loyo, presidenta IJM

En marco de la celebración del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Erika Loyo Beristáin, presidenta del Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM), reconoce que en el transporte público es donde se tienen identificados más casos de violencia hacia la mujer.

Loyo afirma que el ambiente de hacinamiento en una unidad de transporte público, propicia a que se den hostigamientos, ya que en muchos de los casos el acoso es visto como una situación normal, o se interpreta un acto de violencia de género como un piropo.

Según una encuesta del Instituto Jalisciense de la Mujer, en la Zona Metropolitana de Guadalajara, el 80 por ciento de las mujeres han sufrido algún tipo de violencia en alguna unidad de transporte público, apuntando a que la mayoría de los casos se dan en las rutas 380, 629 y 622.

Por lo que, el Instituto Jalisciense de la Mujer y la Secretaría de Movilidad, han trabajado desde el 2015 en el programa “Respétalas”, capacitando cerca de 500 choferes de transporte público en el tema del acoso a las mujeres, también recientemente, en la segunda etapa de este proyecto, se firmó un acuerdo entre las mencionadas dependencias para que los mil 600 conductores y conductoras del nuevo modelo de transporte público Ruta Empresa, se capaciten en la identificación, prevención del acoso y atención de la violencia.

“En esta segunda etapa vamos a emprender una acción territorial importante junto con Semov,  a través de módulos de atención que vamos a instalar y que serán movibles en estos cinto puntos de Ruta Empresa y en algunas estaciones del tren ligero”, informó Erika Loyo.

El Código Penal de Jalisco, en la reforma del 27 de mayo del 2008, artículo
176 bis, contempla una sanción de uno a cuatro años de prisión a quién cometa el delito de acoso sexual, a pesar de esto, Erika Loyo reconoce que aún falta concientizar a la ciudadanía y encaminar en los tapatíos hacia una cultura de igualdad y de respeto.

“La violencia comunitaria es un tema que nos preocupa y nos ocupa mucho en Jalisco, porque estamos dentro de los cinco primeros lugares a nivel nacional de violencia comunitaria, que es la que sucede en el espacio público”, puntualiza Erika Loyo.

          Tras la pista de la violencia de género

Según el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, en lo que va del año en el estado de Jalisco, se han registrado 111 asesinatos de mujeres, de los cuales 70 se han perpetrado en la Zona Metropolitana de Guadalajara, el último registrado este 24 de noviembre de 2016 en el poblado San Francisco de la Soledad, en el municipio de Tonalá.

En Jalisco, los primeros lugares en feminicidios los ocupan los municipios de Guadalajara, Tlajomulco de Zúñiga y Zapopan con 23, 16 y 13 casos respectivamente, mismos que van desde la estrangulación, los golpes hasta el uso de arma de fuego; por esta razón en febrero de este año, el gobernador de Jalisco Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, declaró alerta de género en 8 municipios del estado.

La mayoría de los casos de los crímenes de género, tuvieron un antecedente de violencia, misma que se categoriza en, agresión física, psicológica, económica y sexual, entre otras, muestras que según el Instituto Jalisciense de las Mujeres, va aumentando gradualmente hasta llegar al extremo del feminicidio.

“Tenemos que aprender juntas y juntos a generar más conciencia sobre en qué momentos estamos o no viviendo una situación de violencia y qué nivel de peligrosidad puede llegar a tener para borrarla, para cortarla, para que juntas y juntos tomemos una decisión” invita la presidenta del IJM.

Por esta razón, el pasado 16 de noviembre, el Instituto Jalisciense de la Mujer lanzó la aplicación Vive Segura Jalisco, en la cual se busca orientar a las mujeres u hombres que sufren de violencia para que busquen ayuda en algunas de las instituciones.

Esta aplicación mide, a través de una test, los niveles de violencia que se vive en pareja, transparentando el nivel de riesgo en el que está la persona que lo realiza, de esta forma, busca orientar a los afectados y encaminarlos a recibir ayuda de las diversas dependencias, en pro de los derechos de las mujeres y los hombres.

“La intensión era trasladar el violentómetro hacia esa aplicación, para que las mujeres, las personas de la diversidad e incluso hasta los hombres, porque el lenguaje también los incluye, pudieran detectar o bien al directorio de instituciones que brindamos atención en casos de violencia contra las mujeres, o bien aplicar un test pequeño de preguntas y respuestas con ciertos niveles de frecuencia donde se mide qué tanto, o no, se vive en una situación de violencia” , explica Loyo Beristáin.

          Cultura mexicana vs erradicación de la violencia y empoderamiento de la mujer

En un país como México la violencia y los estereotipos de género son algo aprendido y heredado de generación en generación, estas prácticas forman parte de la cultura del patriarcado y aunque se está avanzando en el tema de la equidad de los géneros, Erika Loyo asegura que estas prácticas culturales son contra las que hay que luchar porque “ser y hacerse hombre ya tiene maneras diferentes y diversas”.

En este sentido, desde el Instituto Jalisciense de la Mujer se está buscando un convenio con la Secretaría de Gobernación, para formar un centro de tratamiento integral para los agresores que están plenamente identificados y a los que no son consientes de que ejercen algún tipo de violencia, por ser prácticas aprendidas y normales para ellos.

“Hemos atendido mucho a las mujeres y hemos dejado un poquito de lado el tema de los hombres, quienes son agresores o quienes están aprendiendo a ser y hacerse hombres, estamos en una cultura de igualdad, promoviendo la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres, lo cual significa que hay que compartir todo, labores, tareas, compromisos, cariño, toda una serie de cosas entre hombres y mujeres, porque ya no hay actividades que sean exclusivas de las mujeres o de los hombres” aseveró Loyo Beristáin.

Finalmente, desde el IJM se sigue trabajando en el empoderamiento y en la capacitación de mujeres en oficios no tradicionales, resaltando que ya se graduaron las primeras generaciones de conductoras de maquinaria pesada y carpintería. Para el próximo año se estará graduando una generación de plomeras y se buscará abrir un curso de albañilería.

“Es muy importante recordar en esta conmemoración del 25 de noviembre, que todos luchamos en contra de la violencia que se ejerce hacia las mujeres y las niñas, que en principio debemos desnaturalizar, visibilizar que la violencia no es normal, no es un modelo de relaciones entre personas, no es normal que alguien las ignoren, que las hagan sentir culpables desde los niveles más sencillos como ese hasta las amenazas o los golpes”, finaliza la presidenta del Instituto Jalisciense de la Mujer.

 

Guadalupe Martínez

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